La Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, situada a pocos kilómetros de la localidad en el paraje del mismo nombre, permanecerá abierta en la jornada de mañana para que todos los devotos que lo deseen puedan visitarla. Será en horario de 10.00 a 12.00 del mediodía.
Además, a partir de las 20.15 de la tarde se celebrará el rezo del santo rosario y una eucaristía que será oficiada por el sacerdote baenense José Priego León, recuperando así una tradición perdida hace ahora una década al producirse el fallecimiento del párroco de Santa María la Mayor Virgilio Olmo Relaño, quien durante tantos años mantuvo el culto en la mencionada ermita.
Como en años anteriores se espera una gran afluencia de baenenses. Fieles a la tradición mariana de visitar a la virgen en su onomástica, se concentrarán en los aledaños de la ermita para orar ante la imagen de la señora bajo la advocación de los ángeles. Tras el rezo, a orillas del río Marbella los asistentes tendrán un rato de convivencia en los aledaños de la ermita.
Según cuenta la tradición, en el siglo XVI la virgen libró al Duque de Sessa de una muerte inminente al ser atacado por un jabalí cuando se encontraba cazando en las inmediaciones del Cerro del Minguillar. Como agradecimiento el duque ordenó la construcción de la ermita.
Además, a partir de las 20.15 de la tarde se celebrará el rezo del santo rosario y una eucaristía que será oficiada por el sacerdote baenense José Priego León, recuperando así una tradición perdida hace ahora una década al producirse el fallecimiento del párroco de Santa María la Mayor Virgilio Olmo Relaño, quien durante tantos años mantuvo el culto en la mencionada ermita.
Como en años anteriores se espera una gran afluencia de baenenses. Fieles a la tradición mariana de visitar a la virgen en su onomástica, se concentrarán en los aledaños de la ermita para orar ante la imagen de la señora bajo la advocación de los ángeles. Tras el rezo, a orillas del río Marbella los asistentes tendrán un rato de convivencia en los aledaños de la ermita.
Según cuenta la tradición, en el siglo XVI la virgen libró al Duque de Sessa de una muerte inminente al ser atacado por un jabalí cuando se encontraba cazando en las inmediaciones del Cerro del Minguillar. Como agradecimiento el duque ordenó la construcción de la ermita.
REDACCIÓN / BAENA DIGITAL
