El Colectivo VitiVinum ha completado ya su tercer y último seguimiento de maduración de la uva en las zonas más representativas de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles con el objetivo de delimitar el momento óptimo de recolección del fruto, teniendo en cuenta tanto la madurez biológica como la madurez industrial.
El último análisis realizado por los técnicos de VitiVinum los pasados días 8 y 9 de agosto ha confirmado una evolución dispar de la uva entre parajes y una aceleración notable en el proceso de maduración debido a las altas temperaturas constantes que han marcado los últimos días en la comarca.
El muestreo, que abarcó parcelas de Moriles, Montilla y Baena, coincidió con el inicio de la vendimia de algunas variedades monovarietales, aunque la recolección se generalizará en todo el marco a partir del día de hoy. “Hace veinte días parecía que la vendimia iba en su fecha tradicional y hoy ya la tenemos aquí”, comentó ayer Cristóbal Luque, portavoz del colectivo, además de enólogo e ingeniero agrícola.
La resistencia de las vides de la variedad autóctona, la Pedro Ximénez, favorecida en buena medida gracias a la humedad acumulada por las abundantes lluvias de la pasada primavera, ha evitado, por ahora, los temidos “alechigamientos”, que hacen alusión a la pérdida de volumen y de peso del racimo por deshidratación excesiva del fruto, una situación que, sumada a los devastadores efectos del mildiu, hubiera resultado catastrófica.
“Por fortuna, gracias a las reservas de humedad acumuladas durante las pasadas lluvias, las plantas han sabido resistir sabiamente”, señaló Luque, quien resaltó que en la evolución del fruto intervienen diversos factores: desde la variedad recolectada hasta el destino final del vino, pasando por parámetros como el pH, el grado Baumé o el estado de la pepita.
No obstante, el último muestreo realizado por los técnicos del Colectivo VitiVinum apunta a que el balance sanitario no es del todo favorable. “Aún sin disponer de datos definitivos, es muy posible que los daños por mildiu sean mayores de lo esperado”, reconoció Cristóbal Luque, quien aludió a “la responsabilidad tanto del Consejo Regulador como de la Junta de Andalucía y del Ministerio de Agricultura para ayudar al sector” en este escenario complejo.
Con todo, el portavoz del colectivo fue más allá y lanzó un duro reproche por la gestión del Consejo Regulador. “Denunciamos la inacción, la falta de empatía y la desatención del Consejo Regulador con los viticultores en un momento tan crucial para la viabilidad del marco Montilla-Moriles”, afirmó Cristóbal Luque.
De igual modo, el enólogo e ingeniero agrícola morilense lamentó que “este Consejo, desgraciadamente, no sabe trabajar para resolver problemas: solo sabe recurrir a las derramas y al aumento de las cuotas para enmascarar, camuflar y maquillar la situación de quiebra y de desastre actual”.
En cuanto al análisis zona por zona, en Moriles Altos, las muestras tomadas este pasado fin de semana de la variedad Pedro Ximénez revelaron una situación de maduración avanzada, con un grado Baumé de 13,10 en la primera parcela y de 12,5 en la segunda. Ambas se encuentran en laderas orientadas al sur, con cepas de unos veinte años de edad.
Este viñedo, acostumbrado a una insolación prolongada, ha mostrado un ritmo de maduración muy rápido en los últimos días, lo que ha obligado a adelantar la recolección respecto a lo previsto inicialmente. Si hace apenas unas semanas se hablaba de un inicio de vendimia hacia la segunda quincena de agosto, ahora la recogida comenzará a lo largo del día de hoy y se prolongará hasta finales de mes. "Cabe recordar que, en 2024, esta zona inició la cosecha el 10 de agosto, por lo que el adelanto respecto a la media histórica es cada vez más palpable", resaltó Cristóbal Luque.
En los Ruedos de Moriles (Los Llanos), también con uvas de la variedad Pedro Ximénez pero de un viñedo orientado al noreste y con quince años de antigüedad, el grado Baumé registrado fue de 11,20. Esta cifra indica que la maduración, aunque en marcha, avanza de manera algo más pausada que en Moriles Altos, posiblemente por la orientación de la finca, que recibe menos horas de sol directo en las horas de máxima intensidad.
De este modo, la fecha estimada de vendimia se sitúa a finales de agosto, cuando en la previsión anterior se apuntaba a primeros de septiembre. En comparación con el pasado año, cuando la cosecha comenzó en los primeros días de septiembre, el cambio vuelve a confirmar la tendencia a la anticipación.
La Sierra de Montilla presentó una casuística variada. En la variedad Pedro Ximénez, las muestras de la parcela 1 marcaron un grado Baumé de 10,6, mientras que la parcela 3 alcanzó los 12,2. Ambas cuentan con cepas de 55 años y están dispuestas en orientación norte-sur, lo que favorece una maduración algo más equilibrada y pausada.
Sin embargo, el calor constante ha acelerado los procesos, y la vendimia está prevista también para la jornada de hoy lunes, en lugar del 22 de agosto, como se pensaba semanas atrás. En esta misma zona, la variedad Sauvignon Blanc —plantada en ladera con orientación noroeste y 21 años de antigüedad— presentó un grado Baumé de 11,2, con fecha estimada de vendimia igualmente para el día de hoy.
"El pasado año 2024, esta misma variedad Sauvignon Blanc se recolectó el 30 de julio, lo que muestra cómo las condiciones de este año han modulado los tiempos, retrasando ligeramente en este caso frente a la temporada pasada, aunque no frente a la media habitual", apuntó el portavoz del Colectivo VitiVinum.
En la Estación de Montilla, la variedad Verdejo, procedente de un viñedo con 27 años de edad y en una ligera pendiente del 2 por ciento orientada al noroeste, alcanzó los 13,0 grados Baumé. El dato es indicativo de una maduración ya óptima para la vendimia, que se llevará a cabo a partir del día de hoy.
Las previsiones anteriores situaban la fecha en la segunda semana del mes y, en 2024, la recolección se realizó el 30 de julio, lo que vuelve a poner de relieve que el patrón de maduración no ha sido uniforme en todas las variedades ni en todas las parcelas del marco Montilla-Moriles.
Por último, en Baena, el seguimiento incluyó tanto la variedad Pedro Ximénez como la Tempranillo. En el caso de las uvas autóctonas, las dos parcelas analizadas registraron 12,0 y 11,25 grados Baumé respectivamente, con previsión de vendimia a finales de agosto y primeros de septiembre.
En el caso de la uva Tempranillo, alcanzó los 13,5 grados y ya se encuentra en plena recolección. Esta zona, que combina condiciones de interior con algo más de altitud, ha experimentado igualmente la aceleración típica de este verano, aunque con matices según la variedad de uva cultivada.
Con este panorama, el Colectivo VitiVinum ha recomendado a los viticultores que aún no lo hayan hecho realizar controles urgentes en sus viñedos, ya que “la recolección generalizada de las pocas uvas que hay, aunque con excepciones, es inminente”. Y, como advirtió ayer Cristóbal Luque, si las autoridades no reaccionan con rapidez, “lo que le espera a Montilla-Moriles son más arranques de las pocas cepas que van quedando”.
El último análisis realizado por los técnicos de VitiVinum los pasados días 8 y 9 de agosto ha confirmado una evolución dispar de la uva entre parajes y una aceleración notable en el proceso de maduración debido a las altas temperaturas constantes que han marcado los últimos días en la comarca.
El muestreo, que abarcó parcelas de Moriles, Montilla y Baena, coincidió con el inicio de la vendimia de algunas variedades monovarietales, aunque la recolección se generalizará en todo el marco a partir del día de hoy. “Hace veinte días parecía que la vendimia iba en su fecha tradicional y hoy ya la tenemos aquí”, comentó ayer Cristóbal Luque, portavoz del colectivo, además de enólogo e ingeniero agrícola.

La resistencia de las vides de la variedad autóctona, la Pedro Ximénez, favorecida en buena medida gracias a la humedad acumulada por las abundantes lluvias de la pasada primavera, ha evitado, por ahora, los temidos “alechigamientos”, que hacen alusión a la pérdida de volumen y de peso del racimo por deshidratación excesiva del fruto, una situación que, sumada a los devastadores efectos del mildiu, hubiera resultado catastrófica.
“Por fortuna, gracias a las reservas de humedad acumuladas durante las pasadas lluvias, las plantas han sabido resistir sabiamente”, señaló Luque, quien resaltó que en la evolución del fruto intervienen diversos factores: desde la variedad recolectada hasta el destino final del vino, pasando por parámetros como el pH, el grado Baumé o el estado de la pepita.
No obstante, el último muestreo realizado por los técnicos del Colectivo VitiVinum apunta a que el balance sanitario no es del todo favorable. “Aún sin disponer de datos definitivos, es muy posible que los daños por mildiu sean mayores de lo esperado”, reconoció Cristóbal Luque, quien aludió a “la responsabilidad tanto del Consejo Regulador como de la Junta de Andalucía y del Ministerio de Agricultura para ayudar al sector” en este escenario complejo.

Con todo, el portavoz del colectivo fue más allá y lanzó un duro reproche por la gestión del Consejo Regulador. “Denunciamos la inacción, la falta de empatía y la desatención del Consejo Regulador con los viticultores en un momento tan crucial para la viabilidad del marco Montilla-Moriles”, afirmó Cristóbal Luque.
De igual modo, el enólogo e ingeniero agrícola morilense lamentó que “este Consejo, desgraciadamente, no sabe trabajar para resolver problemas: solo sabe recurrir a las derramas y al aumento de las cuotas para enmascarar, camuflar y maquillar la situación de quiebra y de desastre actual”.
Análisis de maduración porr zonas
En cuanto al análisis zona por zona, en Moriles Altos, las muestras tomadas este pasado fin de semana de la variedad Pedro Ximénez revelaron una situación de maduración avanzada, con un grado Baumé de 13,10 en la primera parcela y de 12,5 en la segunda. Ambas se encuentran en laderas orientadas al sur, con cepas de unos veinte años de edad.

Este viñedo, acostumbrado a una insolación prolongada, ha mostrado un ritmo de maduración muy rápido en los últimos días, lo que ha obligado a adelantar la recolección respecto a lo previsto inicialmente. Si hace apenas unas semanas se hablaba de un inicio de vendimia hacia la segunda quincena de agosto, ahora la recogida comenzará a lo largo del día de hoy y se prolongará hasta finales de mes. "Cabe recordar que, en 2024, esta zona inició la cosecha el 10 de agosto, por lo que el adelanto respecto a la media histórica es cada vez más palpable", resaltó Cristóbal Luque.
En los Ruedos de Moriles (Los Llanos), también con uvas de la variedad Pedro Ximénez pero de un viñedo orientado al noreste y con quince años de antigüedad, el grado Baumé registrado fue de 11,20. Esta cifra indica que la maduración, aunque en marcha, avanza de manera algo más pausada que en Moriles Altos, posiblemente por la orientación de la finca, que recibe menos horas de sol directo en las horas de máxima intensidad.
De este modo, la fecha estimada de vendimia se sitúa a finales de agosto, cuando en la previsión anterior se apuntaba a primeros de septiembre. En comparación con el pasado año, cuando la cosecha comenzó en los primeros días de septiembre, el cambio vuelve a confirmar la tendencia a la anticipación.

La Sierra de Montilla presentó una casuística variada. En la variedad Pedro Ximénez, las muestras de la parcela 1 marcaron un grado Baumé de 10,6, mientras que la parcela 3 alcanzó los 12,2. Ambas cuentan con cepas de 55 años y están dispuestas en orientación norte-sur, lo que favorece una maduración algo más equilibrada y pausada.
Sin embargo, el calor constante ha acelerado los procesos, y la vendimia está prevista también para la jornada de hoy lunes, en lugar del 22 de agosto, como se pensaba semanas atrás. En esta misma zona, la variedad Sauvignon Blanc —plantada en ladera con orientación noroeste y 21 años de antigüedad— presentó un grado Baumé de 11,2, con fecha estimada de vendimia igualmente para el día de hoy.
"El pasado año 2024, esta misma variedad Sauvignon Blanc se recolectó el 30 de julio, lo que muestra cómo las condiciones de este año han modulado los tiempos, retrasando ligeramente en este caso frente a la temporada pasada, aunque no frente a la media habitual", apuntó el portavoz del Colectivo VitiVinum.

En la Estación de Montilla, la variedad Verdejo, procedente de un viñedo con 27 años de edad y en una ligera pendiente del 2 por ciento orientada al noroeste, alcanzó los 13,0 grados Baumé. El dato es indicativo de una maduración ya óptima para la vendimia, que se llevará a cabo a partir del día de hoy.
Las previsiones anteriores situaban la fecha en la segunda semana del mes y, en 2024, la recolección se realizó el 30 de julio, lo que vuelve a poner de relieve que el patrón de maduración no ha sido uniforme en todas las variedades ni en todas las parcelas del marco Montilla-Moriles.
Por último, en Baena, el seguimiento incluyó tanto la variedad Pedro Ximénez como la Tempranillo. En el caso de las uvas autóctonas, las dos parcelas analizadas registraron 12,0 y 11,25 grados Baumé respectivamente, con previsión de vendimia a finales de agosto y primeros de septiembre.

En el caso de la uva Tempranillo, alcanzó los 13,5 grados y ya se encuentra en plena recolección. Esta zona, que combina condiciones de interior con algo más de altitud, ha experimentado igualmente la aceleración típica de este verano, aunque con matices según la variedad de uva cultivada.
Con este panorama, el Colectivo VitiVinum ha recomendado a los viticultores que aún no lo hayan hecho realizar controles urgentes en sus viñedos, ya que “la recolección generalizada de las pocas uvas que hay, aunque con excepciones, es inminente”. Y, como advirtió ayer Cristóbal Luque, si las autoridades no reaccionan con rapidez, “lo que le espera a Montilla-Moriles son más arranques de las pocas cepas que van quedando”.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR

