El municipio cordobés de Montemayor celebrará, a partir de mañana y hasta este sábado, una nueva edición de Montemayor Medieval, una cita que regresa con más fuerza que nunca para recrear los orígenes de este singular enclave de la Campiña Sur.
Con el majestuoso Castillo de los Duques de Frías como telón de fondo, la localidad se transformará durante tres intensas jornadas en un escenario histórico que invitará a sumergirse en la Edad Media, evocando el momento en que los primeros pobladores abandonaron el cercano asentamiento de Dos Hermanas para refugiarse en el Monte Mayor de la Campiña.
Antonio Soto, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Montemayor, ha explicado que esta decimotercera edición —cuyo programa de actividades puede consultarse en este enlace— "recrea la llegada de los pobladores a un lugar de refugio ante el ataque de la frontera", y ha defendido que este legado histórico "se conjuga con fiesta, gastronomía, desfiles y talleres, entre otras propuestas". En efecto, Montemayor Medieval se ha convertido en mucho más que una simple recreación: es una experiencia colectiva que conecta pasado y presente.
La cita arranca mañana jueves 24 de julio con uno de los momentos más esperados: el Desfile de los Nuevos Pobladores, que partirá a las 20.00 de la tarde desde las Piedras del Molino. A través de esta colorida comitiva que recorrerá las calles entre músicas, trajes de época y ambientación medieval, se evocará aquel primer desplazamiento poblacional que marcó el inicio del Señorío de Montemayor en 1340.
De este modo, la Comitiva del Cochinillo, organizada por el Salón de Celebraciones “El Artista”, estará acompañada por un grupo de música medieval, la Compañía de Danza Oriental “Al Nasir”, la Compañía de Circo de los Hermanos Moreno y la Asociación Artesana “Los Cabezudos” de Alcaudete.
A su vez, también formarán parte del Desfile de los Nuevos Pobladores el Club Deportivo Artes Marciales Chinas "Hung-Gar" de Montemayor, la Asociación Cultural “Cetrecor” con su exhibición de cetrería, los niños y niñas de la Escuela de Verano y la Banda de Cornetas y Tambores “Nuestro Padre Jesús Nazareno” de Montemayor. Como es tradición, al finalizar el desfile se ofrecerá una degustación popular de cochino en la Plaza del Castillo Ducal.
De igual modo, mañana jueves, a partir de las 20.00 de la tarde, se abrirá también el Mercado Medieval, con talleres artesanos de cantería, alfarería y acuñación de monedas, pensados tanto para curiosos como para los más pequeños. La jornada culminará con la actuación del Salón de Celebraciones “El Artista” junto a la Compañía de Danza Oriental “Al Nasir”, prevista para las 23.00 de la noche en el Paseo, donde también habrá espectáculos de cetrería y números de circo a cargo de los Hermanos Moreno.
El viernes 25 de julio mantendrá la esencia de la programación, con la reapertura del Mercado Medieval desde las 20.00 horas, la repetición de los talleres artesanos y nuevas sesiones de cetrería. La animación estará servida por el espectáculo “Equilibrismo Vivaz”, que recorrerá el recinto sorprendiendo al público con su destreza. La noche se cerrará, como en la jornada anterior, a las 23.00 horas, con el espectáculo “Farándula”, a cargo de los Hermanos Moreno y la danza oriental de “Al Nasir”, de nuevo en el Paseo.
El sábado 26 de julio, último día del evento, volverá a abrir el Mercado Medieval desde las ocho de la tarde, con los talleres de cantería, alfarería y acuñación de monedas como constantes del fin de semana. Además de las exhibiciones de cetrería, habrá un pasacalles circense que animará los rincones del municipio, acompañado de la Tuna de Montemayor. El cierre de esta edición vendrá marcado por un impresionante espectáculo de danza aérea a las 23.00 horas, también en el Paseo, que se combinará con el último pasacalles circense del evento.
Durante los tres días de celebración, el Museo de Ulia ofrecerá un horario especial nocturno, invitando a descubrir la historia antigua del lugar. Y para los más pequeños —o los nostálgicos— se instalará un tiovivo en el Paseo, añadiendo un toque lúdico a esta recreación del pasado.
Y es que Montemayor Medieval no solo pone en valor sus tradiciones, sino que permite revisitar un episodio fundamental en la historia del municipio: la fundación del Señorío de Montemayor en 1340 por Martín I Alfonso de Córdoba. Con privilegio otorgado por el rey Alfonso XI, el Adelantado Mayor del Reino inició la repoblación del altozano donde, siglos antes, se asentara la ciudad romana de Ulia. La construcción del castillo y la reorganización de las tierras dieron paso al nacimiento de una nueva casa nobiliaria que no tardaría en ganar peso político y militar en el Reino de Córdoba.
La fortaleza, alzada con piedras provenientes de la antigua Ulia y del castillo de Dos Hermanas, adoptó una disposición singular: tres torres —la del Homenaje, la Mocha y la de las Palomas— dispuestas en triángulo sobre un patio de armas claustrado, todo ello protegido por una muralla con adarve y calabozos en su parte baja. Aunque actualmente no es visitable por tratarse de una propiedad privada, el Castillo de los Duques de Frías sigue dominando el paisaje y siendo el corazón simbólico de esta celebración histórica.
Como explicó el propio Antonio Soto, Montemayor Medieval no es solo una fiesta, sino “una forma de reconocer lo que fuimos para entender lo que somos”. Y estos tres días bastarán para revivir siete siglos de historia, entre callejuelas vestidas de pasado, el sonido de la música tradicional, el olor a barro cocido y la vibrante emoción de un pueblo que no olvida sus raíces.
Con el majestuoso Castillo de los Duques de Frías como telón de fondo, la localidad se transformará durante tres intensas jornadas en un escenario histórico que invitará a sumergirse en la Edad Media, evocando el momento en que los primeros pobladores abandonaron el cercano asentamiento de Dos Hermanas para refugiarse en el Monte Mayor de la Campiña.
Antonio Soto, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Montemayor, ha explicado que esta decimotercera edición —cuyo programa de actividades puede consultarse en este enlace— "recrea la llegada de los pobladores a un lugar de refugio ante el ataque de la frontera", y ha defendido que este legado histórico "se conjuga con fiesta, gastronomía, desfiles y talleres, entre otras propuestas". En efecto, Montemayor Medieval se ha convertido en mucho más que una simple recreación: es una experiencia colectiva que conecta pasado y presente.

La cita arranca mañana jueves 24 de julio con uno de los momentos más esperados: el Desfile de los Nuevos Pobladores, que partirá a las 20.00 de la tarde desde las Piedras del Molino. A través de esta colorida comitiva que recorrerá las calles entre músicas, trajes de época y ambientación medieval, se evocará aquel primer desplazamiento poblacional que marcó el inicio del Señorío de Montemayor en 1340.
De este modo, la Comitiva del Cochinillo, organizada por el Salón de Celebraciones “El Artista”, estará acompañada por un grupo de música medieval, la Compañía de Danza Oriental “Al Nasir”, la Compañía de Circo de los Hermanos Moreno y la Asociación Artesana “Los Cabezudos” de Alcaudete.
A su vez, también formarán parte del Desfile de los Nuevos Pobladores el Club Deportivo Artes Marciales Chinas "Hung-Gar" de Montemayor, la Asociación Cultural “Cetrecor” con su exhibición de cetrería, los niños y niñas de la Escuela de Verano y la Banda de Cornetas y Tambores “Nuestro Padre Jesús Nazareno” de Montemayor. Como es tradición, al finalizar el desfile se ofrecerá una degustación popular de cochino en la Plaza del Castillo Ducal.
De igual modo, mañana jueves, a partir de las 20.00 de la tarde, se abrirá también el Mercado Medieval, con talleres artesanos de cantería, alfarería y acuñación de monedas, pensados tanto para curiosos como para los más pequeños. La jornada culminará con la actuación del Salón de Celebraciones “El Artista” junto a la Compañía de Danza Oriental “Al Nasir”, prevista para las 23.00 de la noche en el Paseo, donde también habrá espectáculos de cetrería y números de circo a cargo de los Hermanos Moreno.
El viernes 25 de julio mantendrá la esencia de la programación, con la reapertura del Mercado Medieval desde las 20.00 horas, la repetición de los talleres artesanos y nuevas sesiones de cetrería. La animación estará servida por el espectáculo “Equilibrismo Vivaz”, que recorrerá el recinto sorprendiendo al público con su destreza. La noche se cerrará, como en la jornada anterior, a las 23.00 horas, con el espectáculo “Farándula”, a cargo de los Hermanos Moreno y la danza oriental de “Al Nasir”, de nuevo en el Paseo.

El sábado 26 de julio, último día del evento, volverá a abrir el Mercado Medieval desde las ocho de la tarde, con los talleres de cantería, alfarería y acuñación de monedas como constantes del fin de semana. Además de las exhibiciones de cetrería, habrá un pasacalles circense que animará los rincones del municipio, acompañado de la Tuna de Montemayor. El cierre de esta edición vendrá marcado por un impresionante espectáculo de danza aérea a las 23.00 horas, también en el Paseo, que se combinará con el último pasacalles circense del evento.
Durante los tres días de celebración, el Museo de Ulia ofrecerá un horario especial nocturno, invitando a descubrir la historia antigua del lugar. Y para los más pequeños —o los nostálgicos— se instalará un tiovivo en el Paseo, añadiendo un toque lúdico a esta recreación del pasado.
Y es que Montemayor Medieval no solo pone en valor sus tradiciones, sino que permite revisitar un episodio fundamental en la historia del municipio: la fundación del Señorío de Montemayor en 1340 por Martín I Alfonso de Córdoba. Con privilegio otorgado por el rey Alfonso XI, el Adelantado Mayor del Reino inició la repoblación del altozano donde, siglos antes, se asentara la ciudad romana de Ulia. La construcción del castillo y la reorganización de las tierras dieron paso al nacimiento de una nueva casa nobiliaria que no tardaría en ganar peso político y militar en el Reino de Córdoba.
La fortaleza, alzada con piedras provenientes de la antigua Ulia y del castillo de Dos Hermanas, adoptó una disposición singular: tres torres —la del Homenaje, la Mocha y la de las Palomas— dispuestas en triángulo sobre un patio de armas claustrado, todo ello protegido por una muralla con adarve y calabozos en su parte baja. Aunque actualmente no es visitable por tratarse de una propiedad privada, el Castillo de los Duques de Frías sigue dominando el paisaje y siendo el corazón simbólico de esta celebración histórica.
Como explicó el propio Antonio Soto, Montemayor Medieval no es solo una fiesta, sino “una forma de reconocer lo que fuimos para entender lo que somos”. Y estos tres días bastarán para revivir siete siglos de historia, entre callejuelas vestidas de pasado, el sonido de la música tradicional, el olor a barro cocido y la vibrante emoción de un pueblo que no olvida sus raíces.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR (ARCHIVO)
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR (ARCHIVO)

