El Colectivo VitiVinum, que agrupa a bodegas, lagares y cooperativas de la Denominación de Origen Protegida Montilla-Moriles, ha emitido un contundente comunicado para expresar su "profundo rechazo" a las recientes declaraciones realizadas por el presidente del Consejo Regulador, Javier Martín, así como por el gerente, Enrique Garrido, en relación a la XXXIX Cata de Córdoba. Según la entidad, las afirmaciones vertidas por ambos responsables "faltan a la verdad" y "distorsionan la realidad" del sector vitivinícola.
Las declaraciones que han generado el malestar de bodegas, lagares y cooperativas se refieren, precismamente, a los motivos de su ausencia de la Cata, que el máximo mandatario del Consejo Regulador atribuyó a que no cumplían con los requisitos exigidos.
De igual modo, las bodegas, lagares y cooperativas que conforman el Colectivo VitiVinum rechazan la "supuesta introducción de un nuevo modelo de Cata, más profesional", así como el argumento que sostuvo Javier Martín en la presentación del evento, cuando afirmó que las catorce bodegas que finalmente tomaron parte de la Cata del Vino representaban "el 85 o el 90 por ciento del sector".
El Colectivo VitiVinum –que decidió "no interferir durante el desarrollo del evento para no perjudicar su marcha"–, ha querido ahora rechazar "categóricamente" las "insinuaciones sobre el incumplimiento de requisitos" por parte de las bodegas, lagares y cooperativas que rehusaron estar presentes en la Cata del Vino.
De hecho, desde el colectivo retan al presidente y al gerente del Consejo Regulador a "demostrar cuáles serían esos requisitos que, según ellos, las bodegas no habrían cumplido". Antes al contrario, "su ausencia no responde a ningún incumplimiento, sino a motivos bien concretos y legítimos", recuerda el comunicado.
En ese sentido, entre las razones que explicarían la ausencia de un número significativo de operadores del marco Montilla-Moriles en la Cata del Vino de Córdoba, el colectivo destaca la existencia de deudas pendientes por parte del Consejo Regulador, correspondientes a las dos ediciones anteriores de la Cata, una situación que, aseguran, "ha generado desconfianza" hasta el punto de impedirles asumir nuevos compromisos económicos.
Además, desde la entidad señalan que el presupuesto del evento es "excesivamente alto" y que la previsión de costes es "inasumible" para la mayoría de operadores. A su vez, también critican que el formato escogido en la Avenida del Alcázar de la capital cordobesa, entre el Puente de San Rafael y el Puente Romano, "no se ajusta a los objetivos económicos y promocionales de las bodegas".
Por este motivo, el Colectivo VitiVinum aseguró ayer que la decisión de ausentarse de la Cata del Vino respondió, realmente, "a un ejercicio de dignidad y coherencia" con la intención de "llamar la atención sobre los problemas estructurales graves" que afectarían al propio Consejo Regulador.
Asimismo, desde el colectivo niegan que se haya presentado un “nuevo concepto de Cata” o que se hayan introducido cambios sustanciales que permitan hablar de una "verdadera profesionalización" del evento. A su juicio, más allá del cambio de ubicación y del horario más reducido, "la estructura y los contenidos se han mantenido prácticamente igual", lo que les llevó ayer a cuestionar la validez de los argumentos esgrimidos por Javier Martín y por Enrique Garrido.
Una de las críticas más duras que trasladó ayer el Colectivo VitiVinum surgía tras la afirmación de Javier Martín de que "el 85 o el 90 por ciento del sector" estuvo representado en la Cata. "Este dato es engañoso y se basa únicamente en la superficie de viñedo o en los volúmenes de producción de unas pocas bodegas, lo cual deja fuera de la representación efectiva a la mayoría de operadores, estimados en unos 55 actualmente", detallaron desde la entidad, para denunciar que "una minoría no puede usurpar la voz del conjunto del sector".
Además, VitiVinum lamentó ayer la "actitud reiterada" por parte del Consejo Regulador que, a juicio de la entidad, se resumiría en la máxima “tanto tienes, tanto vales”, un criterio que consideran "injusto e indigno", por reflejar una forma de gestionar "profundamente errónea" para un ente que, recuerdan, es una entidad de derecho público y está sometido a tutela de las Administraciones públicas, "por lo que debe representar y servir al conjunto del sector, no a una parte privilegiada del mismo".
En su comunicado, el colectivo solicita que el presidente rectifique públicamente sus declaraciones, por considerarlas "lamentables e injustas", toda vez qye subrayan su deseo de que el Consejo Regulador "trabaje de forma activa para facilitar una mayor participación en futuras ediciones del evento", superando el modelo actual que, a juicio de los denunciantes, se basa "en la exclusividad de una minoría".
Pese a todo, el Colectivo VitiVinum mostró ayer también su satisfacción por el "presumible éxito" de la reciente Cata de Córdoba, de la que las bodegas, lagares y cooperativas de la organización han formado parte siempre. "Y lo seguiremos haciendo cuando se den las circunstancias adecuadas", concluyeron.
Las declaraciones que han generado el malestar de bodegas, lagares y cooperativas se refieren, precismamente, a los motivos de su ausencia de la Cata, que el máximo mandatario del Consejo Regulador atribuyó a que no cumplían con los requisitos exigidos.
De igual modo, las bodegas, lagares y cooperativas que conforman el Colectivo VitiVinum rechazan la "supuesta introducción de un nuevo modelo de Cata, más profesional", así como el argumento que sostuvo Javier Martín en la presentación del evento, cuando afirmó que las catorce bodegas que finalmente tomaron parte de la Cata del Vino representaban "el 85 o el 90 por ciento del sector".

El Colectivo VitiVinum –que decidió "no interferir durante el desarrollo del evento para no perjudicar su marcha"–, ha querido ahora rechazar "categóricamente" las "insinuaciones sobre el incumplimiento de requisitos" por parte de las bodegas, lagares y cooperativas que rehusaron estar presentes en la Cata del Vino.
De hecho, desde el colectivo retan al presidente y al gerente del Consejo Regulador a "demostrar cuáles serían esos requisitos que, según ellos, las bodegas no habrían cumplido". Antes al contrario, "su ausencia no responde a ningún incumplimiento, sino a motivos bien concretos y legítimos", recuerda el comunicado.
En ese sentido, entre las razones que explicarían la ausencia de un número significativo de operadores del marco Montilla-Moriles en la Cata del Vino de Córdoba, el colectivo destaca la existencia de deudas pendientes por parte del Consejo Regulador, correspondientes a las dos ediciones anteriores de la Cata, una situación que, aseguran, "ha generado desconfianza" hasta el punto de impedirles asumir nuevos compromisos económicos.

Además, desde la entidad señalan que el presupuesto del evento es "excesivamente alto" y que la previsión de costes es "inasumible" para la mayoría de operadores. A su vez, también critican que el formato escogido en la Avenida del Alcázar de la capital cordobesa, entre el Puente de San Rafael y el Puente Romano, "no se ajusta a los objetivos económicos y promocionales de las bodegas".
Por este motivo, el Colectivo VitiVinum aseguró ayer que la decisión de ausentarse de la Cata del Vino respondió, realmente, "a un ejercicio de dignidad y coherencia" con la intención de "llamar la atención sobre los problemas estructurales graves" que afectarían al propio Consejo Regulador.
Asimismo, desde el colectivo niegan que se haya presentado un “nuevo concepto de Cata” o que se hayan introducido cambios sustanciales que permitan hablar de una "verdadera profesionalización" del evento. A su juicio, más allá del cambio de ubicación y del horario más reducido, "la estructura y los contenidos se han mantenido prácticamente igual", lo que les llevó ayer a cuestionar la validez de los argumentos esgrimidos por Javier Martín y por Enrique Garrido.

Representatividad en el marco Montilla-Moriles
Una de las críticas más duras que trasladó ayer el Colectivo VitiVinum surgía tras la afirmación de Javier Martín de que "el 85 o el 90 por ciento del sector" estuvo representado en la Cata. "Este dato es engañoso y se basa únicamente en la superficie de viñedo o en los volúmenes de producción de unas pocas bodegas, lo cual deja fuera de la representación efectiva a la mayoría de operadores, estimados en unos 55 actualmente", detallaron desde la entidad, para denunciar que "una minoría no puede usurpar la voz del conjunto del sector".
Además, VitiVinum lamentó ayer la "actitud reiterada" por parte del Consejo Regulador que, a juicio de la entidad, se resumiría en la máxima “tanto tienes, tanto vales”, un criterio que consideran "injusto e indigno", por reflejar una forma de gestionar "profundamente errónea" para un ente que, recuerdan, es una entidad de derecho público y está sometido a tutela de las Administraciones públicas, "por lo que debe representar y servir al conjunto del sector, no a una parte privilegiada del mismo".
En su comunicado, el colectivo solicita que el presidente rectifique públicamente sus declaraciones, por considerarlas "lamentables e injustas", toda vez qye subrayan su deseo de que el Consejo Regulador "trabaje de forma activa para facilitar una mayor participación en futuras ediciones del evento", superando el modelo actual que, a juicio de los denunciantes, se basa "en la exclusividad de una minoría".
Pese a todo, el Colectivo VitiVinum mostró ayer también su satisfacción por el "presumible éxito" de la reciente Cata de Córdoba, de la que las bodegas, lagares y cooperativas de la organización han formado parte siempre. "Y lo seguiremos haciendo cuando se den las circunstancias adecuadas", concluyeron.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: AYUNTAMIENTO DE MONTILLA
FOTOGRAFÍA: AYUNTAMIENTO DE MONTILLA

