A una semana de que termine el curso de Cocina Básica, que ha ofertado la delegación de Formación del Ayuntamiento de Baena, se ha organizado una cata de vino de la mano del sumiller Rafa Fernández venenciador de Montilla-Moriles. Junto a él, trece mujeres han aprendido a maridar cinco vinos de las bodegas de Montilla.
“Los más llamativos y los que más se consumen son el vino joven, el vino fresco del año también llamado de tinaja, el vino fino un poco más elaborado con más tiempo de madera, un amontillado que tiene un proceso mixto entre crianza biológica y oxidativa, y para finalizar nuestro Pedro Ximénez, tanto como postre único como acompañamiento”, detallaba Fernández.
"Mi intención en este módulo es poder transmitir el ‘biensaber’ que tiene el vino junto a la comida”, explicaba el formador. Quien apuntaba que era importante, además de aprender a conjugar el vino con el plato en sí, saber qué vino estamos pidiendo y lo adecuado que pueda ser para cada comida. “Cuanto más sepas sobre lo que vas a disfrutar mejor”.
Fernández declaraba, “normalmente me adapto a todos los niveles”, de esta manera, la formación partía de lo más básico hasta extrapolaba a lo máximo. “Lo que quiero es que les llame la atención y no se vayan sólo con lo aprendido hoy, sino que sigan aprendiendo, porque ven que pueden encajar en cualquier nivel aunque todo requiere un inicio”.
El delegado de Formación, Joaquín Morales, consideraba fundamental una clase sobre vinos en este primer módulo del curso, que esperan completar con los dos restantes, para que estas mujeres obtengan su certificado profesional.
“Los más llamativos y los que más se consumen son el vino joven, el vino fresco del año también llamado de tinaja, el vino fino un poco más elaborado con más tiempo de madera, un amontillado que tiene un proceso mixto entre crianza biológica y oxidativa, y para finalizar nuestro Pedro Ximénez, tanto como postre único como acompañamiento”, detallaba Fernández.
"Mi intención en este módulo es poder transmitir el ‘biensaber’ que tiene el vino junto a la comida”, explicaba el formador. Quien apuntaba que era importante, además de aprender a conjugar el vino con el plato en sí, saber qué vino estamos pidiendo y lo adecuado que pueda ser para cada comida. “Cuanto más sepas sobre lo que vas a disfrutar mejor”.
Fernández declaraba, “normalmente me adapto a todos los niveles”, de esta manera, la formación partía de lo más básico hasta extrapolaba a lo máximo. “Lo que quiero es que les llame la atención y no se vayan sólo con lo aprendido hoy, sino que sigan aprendiendo, porque ven que pueden encajar en cualquier nivel aunque todo requiere un inicio”.
El delegado de Formación, Joaquín Morales, consideraba fundamental una clase sobre vinos en este primer módulo del curso, que esperan completar con los dos restantes, para que estas mujeres obtengan su certificado profesional.
MARTA BAENA SANZ / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: M.B.S.
FOTOGRAFÍA: M.B.S.
