La fuerte tormenta de granizo que afectó en la tarde del pasado lunes a parte de la Sierra de Montilla ha dejado importantes daños en el campo. A los cerca de 500.000 kilos de uva que se estima que se han visto afectados por la fuerte tromba de agua, se le suman los daños en más de 2.400 hectáreas de olivar donde se ha registrado una importante pérdida de fruto.
El aviso amarillo por tormentas y fuertes lluvias que la Agencia Estatal de Meteorología había activado en la Subbética cordobesa se tradujeron en una fuerte tromba que dejó entre 35 y 70 litros por metro cuadrado en poco más de quince minutos en distintos puntos de la sierra montillana hacia Monturque.
En concreto, según la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Córdoba, cerca de 3.000 hectáreas de campo –el 80 por ciento de olivar y el resto de viñedo– se han visto afectadas por esta tormenta que, además, ayer obligó a suspender la recogida de uva en la zona para evaluar los daños.
"La fuerza del agua ha afectado a las pámpanas y las uvas, que se han rajado; mientras que en el olivar los daños han provocado una pérdida de un 15 o 20 por ciento del fruto", explicó el enólogo de la Cooperativa la Unión, José Garramiola, quien señaló que ahora se deberá trabajar cortar de forma prematura la uva dañada.
En este sentido, Garramiola explicó que la mayor preocupación se centra ahora en evitar la podredumbre en los racimos afectados por la tormenta, por lo que se procederá a su recolección. "Habrá que hacer una primera corta de esta uva, aunque no haya alcanzado su nivel de maduración, para evitar que afecten al resto de los racimos", señaló.
Con todo, el enólogo señala que la vendimia en el marco Montilla-Moriles ofrece "un aspecto como hace años no se veía", con un estado sanitario único y una extraordinaria calidad del fruto. De este modo, y pese a las pérdidas provocadas por la lluvia y el granizo, se estima una producción entre un 20 y 30 por ciento más que en la pasada vendimia.
El aviso amarillo por tormentas y fuertes lluvias que la Agencia Estatal de Meteorología había activado en la Subbética cordobesa se tradujeron en una fuerte tromba que dejó entre 35 y 70 litros por metro cuadrado en poco más de quince minutos en distintos puntos de la sierra montillana hacia Monturque.
En concreto, según la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Córdoba, cerca de 3.000 hectáreas de campo –el 80 por ciento de olivar y el resto de viñedo– se han visto afectadas por esta tormenta que, además, ayer obligó a suspender la recogida de uva en la zona para evaluar los daños.
"La fuerza del agua ha afectado a las pámpanas y las uvas, que se han rajado; mientras que en el olivar los daños han provocado una pérdida de un 15 o 20 por ciento del fruto", explicó el enólogo de la Cooperativa la Unión, José Garramiola, quien señaló que ahora se deberá trabajar cortar de forma prematura la uva dañada.
En este sentido, Garramiola explicó que la mayor preocupación se centra ahora en evitar la podredumbre en los racimos afectados por la tormenta, por lo que se procederá a su recolección. "Habrá que hacer una primera corta de esta uva, aunque no haya alcanzado su nivel de maduración, para evitar que afecten al resto de los racimos", señaló.
Con todo, el enólogo señala que la vendimia en el marco Montilla-Moriles ofrece "un aspecto como hace años no se veía", con un estado sanitario único y una extraordinaria calidad del fruto. De este modo, y pese a las pérdidas provocadas por la lluvia y el granizo, se estima una producción entre un 20 y 30 por ciento más que en la pasada vendimia.
I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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