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Fran Gallego | Seguridad en establecimientos

Las grandes empresas suelen destinar una cantidad importante de sus presupuestos a adoptar medidas de seguridad de última generación, tales como escáneres de puertas, softwares de reconocimiento facial o cámaras de seguridad. Sin embargo, la inmensa mayoría de comerciantes minoristas no puede realizar este tipo de inversiones por el elevado coste económico que suponen.



En cualquier caso, no es nada recomendable obviar unas mínimas medidas de seguridad que ayuden a prevenir los robos en establecimientos, lo que repercutirá directamente en el balance económico, al evitar que tengamos que descontar esas pérdidas.

Para evitar robos o hurtos en sus establecimientos, primeramente debe dotar de sistemas de cierre seguro todos los accesos al mismo, incluidos los del almacén, patios, escaleras y ventanas. No obstante, es muy importante que dichos sistemas permitan una fácil evacuación en caso de emergencia.

Antes de cerrar su negocio, asegúrese de que no hay nadie dentro y recuerde conectar siempre los sistemas de alarma. En la medida de lo posible, deje encendida alguna luz de la fachada durante las horas en que el establecimiento permanezca cerrado para, de este modo, disuadir la manipulación de cerraduras y persianas.

Considere el refuerzo de espacios comunes (vestíbulos, escaleras, etc.) o elementos de separación (puertas y tabiques) si el local está situado en contigüidad con otros edificios. Si el tipo de negocio lo permite, es aconsejable instalar un sistema de timbre y control en la apertura de la puerta de acceso, ya se trate de un pasador o de sistemas de activación remota.

Dote igualmente de sistemas de protección mecánicos o electrónicos los artículos expuestos a la venta y mantenga fuera del alcance del público los de más valor. Lleve un registro de los artículos en exposición de la tienda y de los que tenga en el almacén: ello le ayudará a inventariar las pérdidas después de un robo.

A la hora del recuento de caja, hágalo acompañado de otra persona y en un sitio apartado de la vista del público y no espere a hacerlo en último momento. Fije un límite máximo de dinero en la caja registradora y, durante el día, vaya retirando las cantidades de dinero que lo excedan, dejando solo el que necesite para devolver el cambio.

Según las características del comercio, valore la conveniencia de instalar cajas de seguridad con la apertura codificada y retardada en un lugar bien visible al público y con la indicación de que el personal del establecimiento no tiene acceso a ellas.

Desconfíe de servicios técnicos no contratados, ya que, en muchas ocasiones, estas personas se hacen pasar como profesionales cuando, en realidad, son grupos organizados que pretenden con su visita e inspección de su tienda conocer de primera mano todos los entresijos del local para, posteriormente, perpetrar el robo con más rapidez.

Asegúrese de que sus empleados sean de confianza y que estén en alerta y bien informados en procedimientos de prevención del delito. Establezca procedimientos de seguridad como, por ejemplo, cuándo llamar a la Policía, cómo manejar efectivo, cómo utilizar los equipos de seguridad y cuáles son los procedimientos de cierre del establecimiento.

Cuide su seguridad si se encuentra en una situación violenta o agresiva. No corra riesgos: su seguridad personal es lo primero. Por eso, en caso de una situación potencial de peligro, tenga en cuenta estas recomendaciones. Trate de observar signos de alerta en clientes sospechosos como lenguaje hostil, nerviosismo o actitud sospechosa, entre otros.

Conserve la calma, no grite, esto puede alterar al delincuente y hacer que obre de manera descontrolada. Tenga paciencia y tenga un comportamiento lo más normal posible. Tenga preparado un plan de emergencia, utilícelo y comuníquese de inmediato con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

FRAN GALLEGO