Casi todas las crías de cernícalos primillas introducidas en la terraza del Silo de Baena por GREFA y Ecologistas en Acción ya se han emancipado, restando solo cinco ejemplares en la zona del hacking o crianza campestre. En lo que va de temporada de reproducción los voluntarios baenenses han recogido ocho pollos de colonias de la zona que habían caído de los nidos.
Fue el pasado 16 de junio cuando se liberaron los 20 pollos nacidos en cautividad procedentes del centro de GREFA en Majadahonda (Madrid) dentro del proyecto Corredores para el primilla, generando biodiversidad. A ello se une el rescate o recogida de primillas que caen de los nidos de las colonias de la localidad y que inmediatamente se incorporan al hacking, una labor que también desarrollan los voluntarios.
Este proyecto comenzó en el Silo entre 2010 y 2011, unos años en los que se consolidó una colonia de primillas que cuenta con 14 parejas, a las que hay que sumar al menos unas 40 más, que se reparten en otros edificios del casco urbano: iglesias, campanarios, murallas del Castillo y viviendas particulares.
Con respecto al seguimiento de las colonias de primillas que realiza Groden-Ecologistas en Acción en la comarca de Baena se confirma ya una pérdida de lugares de nidificación como consecuencia del derrumbe y abandono de antiguos cortijos y edificaciones rurales.
El cernícalo primilla usa los tejados de las edificaciones para criar siempre que se mantengan en buenas condiciones. Sin embargo, cuando se abandonan y comienzan a derrumbarse las aves dejan el lugar, perdiéndose la colonia o en el mejor de los casos trasladándose de sitio. La desaparición de los cortijos también afecta a otras especies como las carracas, mochuelos, abubillas o cernícalos vulgares.
Desde Groden-Ecologistas en Acción insisten en la necesidad de conservar una especie que es fundamental para el buen mantenimiento del medio agrario y que es uno de los mejores aliados de los agricultores. De hecho su dieta está basada en más de un 80 por ciento en grandes y medianos insectos y roedores, cigarrones, langostas, grillos, ratones y topillos.
Fue el pasado 16 de junio cuando se liberaron los 20 pollos nacidos en cautividad procedentes del centro de GREFA en Majadahonda (Madrid) dentro del proyecto Corredores para el primilla, generando biodiversidad. A ello se une el rescate o recogida de primillas que caen de los nidos de las colonias de la localidad y que inmediatamente se incorporan al hacking, una labor que también desarrollan los voluntarios.
Este proyecto comenzó en el Silo entre 2010 y 2011, unos años en los que se consolidó una colonia de primillas que cuenta con 14 parejas, a las que hay que sumar al menos unas 40 más, que se reparten en otros edificios del casco urbano: iglesias, campanarios, murallas del Castillo y viviendas particulares.
Con respecto al seguimiento de las colonias de primillas que realiza Groden-Ecologistas en Acción en la comarca de Baena se confirma ya una pérdida de lugares de nidificación como consecuencia del derrumbe y abandono de antiguos cortijos y edificaciones rurales.
El cernícalo primilla usa los tejados de las edificaciones para criar siempre que se mantengan en buenas condiciones. Sin embargo, cuando se abandonan y comienzan a derrumbarse las aves dejan el lugar, perdiéndose la colonia o en el mejor de los casos trasladándose de sitio. La desaparición de los cortijos también afecta a otras especies como las carracas, mochuelos, abubillas o cernícalos vulgares.
Desde Groden-Ecologistas en Acción insisten en la necesidad de conservar una especie que es fundamental para el buen mantenimiento del medio agrario y que es uno de los mejores aliados de los agricultores. De hecho su dieta está basada en más de un 80 por ciento en grandes y medianos insectos y roedores, cigarrones, langostas, grillos, ratones y topillos.
REDACCIÓN / BAENA DIGITAL
