Se ha publicado recientemente un libro que no dejará indiferente a ningún ufólogo, aunque la obra no trate principalmente de ufología, la “ciencia” que estudia los objetos voladores no identificados (ovnis). Unos la leerán con simpatía y agrado; otros, con insatisfacción o rechazo por el retrato con el que describe a esos investigadores de lo desconocido. Pero ninguno, como digo, dejará sin leer el libro, como tampoco hará cualquier lector.
El título es bastante explícito: Ovni 78, de Wu Ming. Se acaba de publicar –su primera edición es de mayo de este año– por la editorial Anagrama. Pero no es un libro de ovnis. O, mejor dicho, no solo es de ovnis. Se trata de una novela que mezcla hechos históricos con otros de ficción, acaecidos en la Italia de finales de los setenta del siglo pasado, con los que se elabora una trama en la que el secuestro y asesinato de Aldo Moro, la plaga de la droga que asola a una juventud desencantada con el orden económico y social, el aumento de avistamientos ovnis en aquellos años y un famoso autor de superventas sobre arqueología alienígena o teorías paleocosmonáuticas, entre otros asuntos, sirven para reflejar mediante una narración brillante una época convulsa.
En las páginas del libro aparecen referencias a GIUCAT, un grupo de ufólogos de Turín, la Clipeología, término que designaba el estudio de avistamientos ovnis a lo largo de la historia, Allen J. Rynek, ufólogo norteamericano, la película Encuentros en la tercera fase de Spielberg, el monte Quarzerone y sus misterios, la desaparición de dos excursionistas boy scouts, el terrorismo de las Brigadas Rojas, una antropóloga de la nueva izquierda y hasta un traficante de discos clandestinos.
Y todo ello, en algunos capítulos, escrito de manera que recuerda los informes de los investigadores de ovnis, con ese empeño en clasificar, pormenorizar y exponer unos hechos incomprensibles. Lo que se consigue, al final, no es una historia disparatada, sino el retrato de una época en la que los ovnis constituyeron uno de sus componentes más representativos y que permitían eludir y evadirse de la vorágine de una realidad asfixiante y, a veces, terrorífica.
Se trata, pues, de una curiosa novela, vasta y coral, que ejemplifica el modelo narrativo (objetos narrativos no identificados) de Wu Ming, un colectivo boloñés de escritores que, sin duda, asombrará, en el buen sentido del término, a los ufólogos, en particular, y a cualquier lector, en general. En mi caso, me distrajo gratamente y no pude evitar sonreír en algunos capítulos que me refrescaron experiencias vividas. Por eso la recomiendo.
El título es bastante explícito: Ovni 78, de Wu Ming. Se acaba de publicar –su primera edición es de mayo de este año– por la editorial Anagrama. Pero no es un libro de ovnis. O, mejor dicho, no solo es de ovnis. Se trata de una novela que mezcla hechos históricos con otros de ficción, acaecidos en la Italia de finales de los setenta del siglo pasado, con los que se elabora una trama en la que el secuestro y asesinato de Aldo Moro, la plaga de la droga que asola a una juventud desencantada con el orden económico y social, el aumento de avistamientos ovnis en aquellos años y un famoso autor de superventas sobre arqueología alienígena o teorías paleocosmonáuticas, entre otros asuntos, sirven para reflejar mediante una narración brillante una época convulsa.

En las páginas del libro aparecen referencias a GIUCAT, un grupo de ufólogos de Turín, la Clipeología, término que designaba el estudio de avistamientos ovnis a lo largo de la historia, Allen J. Rynek, ufólogo norteamericano, la película Encuentros en la tercera fase de Spielberg, el monte Quarzerone y sus misterios, la desaparición de dos excursionistas boy scouts, el terrorismo de las Brigadas Rojas, una antropóloga de la nueva izquierda y hasta un traficante de discos clandestinos.
Y todo ello, en algunos capítulos, escrito de manera que recuerda los informes de los investigadores de ovnis, con ese empeño en clasificar, pormenorizar y exponer unos hechos incomprensibles. Lo que se consigue, al final, no es una historia disparatada, sino el retrato de una época en la que los ovnis constituyeron uno de sus componentes más representativos y que permitían eludir y evadirse de la vorágine de una realidad asfixiante y, a veces, terrorífica.
Se trata, pues, de una curiosa novela, vasta y coral, que ejemplifica el modelo narrativo (objetos narrativos no identificados) de Wu Ming, un colectivo boloñés de escritores que, sin duda, asombrará, en el buen sentido del término, a los ufólogos, en particular, y a cualquier lector, en general. En mi caso, me distrajo gratamente y no pude evitar sonreír en algunos capítulos que me refrescaron experiencias vividas. Por eso la recomiendo.
DANIEL GUERRERO
FOTOGRAFÍA: DEPOSITPHOTOS.COM
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