La primavera cordobesa, generosa en luz y tradiciones, ha sumado este fin de semana un nuevo motivo para el brindis y la celebración: la primera edición de 'Córdoba en Flor', una cita que ha echado el cierre este domingo tras cuatro intensos días en el Mercado Victoria. El evento, impulsado por la Asociación Cultural Vino en Rama, ha demostrado que el vino de Montilla-Moriles no solo se saborea: también se comparte, se defiende y se celebra.
Desde su inauguración el pasado jueves, Córdoba en Flor ha conjugado en un solo espacio lo mejor de la enología del marco Montilla-Moriles, junto a la gastronomía cordobesa, aliándose con sectores clave del turismo y de la hostelería local. Una propuesta ambiciosa, cargada de sensibilidad y buen hacer, que ha sabido ganar terreno en el calendario primaveral de la capital con paso firme y vocación de continuidad.
Francisco Robles, presidente de Vino en Rama, fue claro en sus palabras durante el acto de clausura. "Esta iniciativa nace para dar visibilidad y empuje a los pequeños productores, aquellos que, sin plataformas como esta, tendrían mucho más difícil abrirse paso en el mercado". Y es que, detrás de cada botella de Montilla-Moriles, hay historias de esfuerzo, tradición y pasión que merecen ser contadas —y degustadas—.
Valeriano Rosales, teniente de alcalde de Desarrollo Local del Ayuntamiento de Montilla, no dudó en destacar la implicación activa de bodegas, lagares y cooperativas de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles en esta nueva aventura. Su presencia institucional reforzó el mensaje de que "este tipo de eventos no son solo celebraciones, sino también oportunidades económicas y culturales de enorme valor para la provincia".
Córdoba en Flor ha bebido del éxito de 'Montilla en Flor', una experiencia anterior nacida de la colaboración entre el Lagar Los Raigones y Bodegas Robles, que sirvió como punto de partida para esta nueva y más ambiciosa propuesta. Esta vez, el salto geográfico y cultural ha sido evidente: más días, más vinos, más actores implicados y, sobre todo, más ganas de convertir el vino en una experiencia viva y compartida.
Uno de los grandes aciertos del evento ha sido la participación de la Asociación Cordobesa de Hostelería y Turismo (Hostecor) y de las Tabernas Históricas de Córdoba. Desde ambos colectivos valoraron positivamente la alianza, subrayando su potencial para posicionar el enoturismo como motor de atracción en la ciudad, al tiempo que se fortalecen las raíces vinícolas de la capital, inmersa desde hace días en la fiesta de los Patios.
El gerente de Vino en Rama, Cristóbal Luque, definió con acierto el espíritu del evento como “una gran fiesta para dar la bienvenida a la primavera cordobesa”. Y eso fue, en efecto: durante cuatro días, el Mercado Victoria se transformó en un punto de encuentro para curiosos, aficionados y amantes del vino. Entre las 13.00 y las 19.00 de la tarde, los asistentes pudieron disfrutar de una cuidada selección de más de cuarenta vinos, maridados con lo mejor de la cocina local, en un ambiente pensado para compartir, aprender y disfrutar.
Familias, parejas y grupos de amigos se acercaron para vivir una experiencia sensorial completa. La organización cuidó cada detalle, apostando por un ambiente distendido y festivo, alejado del formato solemne y cerrado de otras catas tradicionales. Aquí, el vino fluyó con naturalidad, acompañado de conversaciones, risas y ese sol amable de primavera que parece invitar a quedarse un poco más. Todo ello, aderezado por el excelente ambiente musical que procuró Jose House.
Como broche final, la tarde del domingo regaló un momento especial: la cata dirigida 8 Vinos & 8 Tapas, celebrada en la Terraza de las Palmeras del propio Mercado Victoria. Esta actividad exclusiva reunió a un grupo de asistentes para un recorrido enogastronómico donde cada vino encontraba su pareja ideal en una tapa cuidadosamente elaborada para la ocasión. Una experiencia que dejó huella y que apunta a convertirse en un referente del panorama local por su formato innovador y su capacidad para "emocionar a través del paladar".
Con esta clausura tan redonda, Córdoba en Flor no solo se despide de su primera edición con el aplauso generalizado del público y de los profesionales del sector. También se consolida como una apuesta firme por reforzar el papel del vino como parte esencial de la identidad cordobesa y como motor de dinamización económica y cultural de la comarca. La Asociación Cultural Vino en Rama vuelve a demostrar que el futuro del vino pasa por la unión entre tradición, creatividad y compromiso con los pequeños productores de Montilla-Moriles.
Desde su inauguración el pasado jueves, Córdoba en Flor ha conjugado en un solo espacio lo mejor de la enología del marco Montilla-Moriles, junto a la gastronomía cordobesa, aliándose con sectores clave del turismo y de la hostelería local. Una propuesta ambiciosa, cargada de sensibilidad y buen hacer, que ha sabido ganar terreno en el calendario primaveral de la capital con paso firme y vocación de continuidad.
Francisco Robles, presidente de Vino en Rama, fue claro en sus palabras durante el acto de clausura. "Esta iniciativa nace para dar visibilidad y empuje a los pequeños productores, aquellos que, sin plataformas como esta, tendrían mucho más difícil abrirse paso en el mercado". Y es que, detrás de cada botella de Montilla-Moriles, hay historias de esfuerzo, tradición y pasión que merecen ser contadas —y degustadas—.

Valeriano Rosales, teniente de alcalde de Desarrollo Local del Ayuntamiento de Montilla, no dudó en destacar la implicación activa de bodegas, lagares y cooperativas de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles en esta nueva aventura. Su presencia institucional reforzó el mensaje de que "este tipo de eventos no son solo celebraciones, sino también oportunidades económicas y culturales de enorme valor para la provincia".
Córdoba en Flor ha bebido del éxito de 'Montilla en Flor', una experiencia anterior nacida de la colaboración entre el Lagar Los Raigones y Bodegas Robles, que sirvió como punto de partida para esta nueva y más ambiciosa propuesta. Esta vez, el salto geográfico y cultural ha sido evidente: más días, más vinos, más actores implicados y, sobre todo, más ganas de convertir el vino en una experiencia viva y compartida.
Uno de los grandes aciertos del evento ha sido la participación de la Asociación Cordobesa de Hostelería y Turismo (Hostecor) y de las Tabernas Históricas de Córdoba. Desde ambos colectivos valoraron positivamente la alianza, subrayando su potencial para posicionar el enoturismo como motor de atracción en la ciudad, al tiempo que se fortalecen las raíces vinícolas de la capital, inmersa desde hace días en la fiesta de los Patios.

El gerente de Vino en Rama, Cristóbal Luque, definió con acierto el espíritu del evento como “una gran fiesta para dar la bienvenida a la primavera cordobesa”. Y eso fue, en efecto: durante cuatro días, el Mercado Victoria se transformó en un punto de encuentro para curiosos, aficionados y amantes del vino. Entre las 13.00 y las 19.00 de la tarde, los asistentes pudieron disfrutar de una cuidada selección de más de cuarenta vinos, maridados con lo mejor de la cocina local, en un ambiente pensado para compartir, aprender y disfrutar.
Familias, parejas y grupos de amigos se acercaron para vivir una experiencia sensorial completa. La organización cuidó cada detalle, apostando por un ambiente distendido y festivo, alejado del formato solemne y cerrado de otras catas tradicionales. Aquí, el vino fluyó con naturalidad, acompañado de conversaciones, risas y ese sol amable de primavera que parece invitar a quedarse un poco más. Todo ello, aderezado por el excelente ambiente musical que procuró Jose House.
Como broche final, la tarde del domingo regaló un momento especial: la cata dirigida 8 Vinos & 8 Tapas, celebrada en la Terraza de las Palmeras del propio Mercado Victoria. Esta actividad exclusiva reunió a un grupo de asistentes para un recorrido enogastronómico donde cada vino encontraba su pareja ideal en una tapa cuidadosamente elaborada para la ocasión. Una experiencia que dejó huella y que apunta a convertirse en un referente del panorama local por su formato innovador y su capacidad para "emocionar a través del paladar".

Con esta clausura tan redonda, Córdoba en Flor no solo se despide de su primera edición con el aplauso generalizado del público y de los profesionales del sector. También se consolida como una apuesta firme por reforzar el papel del vino como parte esencial de la identidad cordobesa y como motor de dinamización económica y cultural de la comarca. La Asociación Cultural Vino en Rama vuelve a demostrar que el futuro del vino pasa por la unión entre tradición, creatividad y compromiso con los pequeños productores de Montilla-Moriles.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JUAN PABLO BELLIDO / BODEGAS ROBLES
FOTOGRAFÍA: JUAN PABLO BELLIDO / BODEGAS ROBLES

