La Guardia Civil ha detenido en Baena a dos vecinos de 20 y 35 años de edad como supuestos autores de los delitos de estafa, blanqueo de capitales y apropiación indebida cometidos a través del empleo fraudulento de terminales de punto de venta (TPV) utilizados para pagar con tarjeta de crédito en establecimientos comerciales.
La actuación se inició tras la denuncia de una entidad bancaria de una posible estafa que se estaba produciendo a través del empleo de aparatos electrónicos de cobro con tarjetas de crédito (TPV). Las primeras investigaciones permitieron saber que el pasado mes de noviembre dos vecinos solicitaron en una entidad bancaria de Baena la adjudicación de dos terminales TPV, alegando su dedicación profesional al comercio textil, que resultó ser falsa, llegando a justificar documentalmente esta actividad.
Una vez conseguidos los terminales, los supuestos autores comenzaron a realizar operaciones con tarjetas de dudosa procedencia y con importes que pronto activaron las alarmas de los organismos de control virtual de la entidad bancaria.
El avance de las gestiones permitió saber que los supuestos autores realizaban operaciones con apariencia legal, si bien enmascaraban operaciones fraudulentas con tarjetas clonadas, retirando inmediatamente el dinero que se ingresaba en sus cuentas para evitar su inmovilización.
En pocas semanas llegaron a defraudar una cantidad próxima a los 13.000 euros. Una vez detectado el fraude por la entidad bancaria se cancelaron un buen número de operaciones por las que los supuestos autores podrían haber estafado otros 6.000 euros.
Tras iniciar la oportuna investigación, la Guardia Civil pudo identificar plenamente a los dos sospechosos, confirmando que habían falseado su condición de empresarios del ramo textil para conseguir los TPV y consumar así la estafa. Tampoco devolvieron los TPV tras ser requeridos en reiteradas ocasiones por la entidad bancaria, apropiándose indebidamente de los terminales, valorados en unos 1.200 euros.
La actuación se inició tras la denuncia de una entidad bancaria de una posible estafa que se estaba produciendo a través del empleo de aparatos electrónicos de cobro con tarjetas de crédito (TPV). Las primeras investigaciones permitieron saber que el pasado mes de noviembre dos vecinos solicitaron en una entidad bancaria de Baena la adjudicación de dos terminales TPV, alegando su dedicación profesional al comercio textil, que resultó ser falsa, llegando a justificar documentalmente esta actividad.
Una vez conseguidos los terminales, los supuestos autores comenzaron a realizar operaciones con tarjetas de dudosa procedencia y con importes que pronto activaron las alarmas de los organismos de control virtual de la entidad bancaria.
El avance de las gestiones permitió saber que los supuestos autores realizaban operaciones con apariencia legal, si bien enmascaraban operaciones fraudulentas con tarjetas clonadas, retirando inmediatamente el dinero que se ingresaba en sus cuentas para evitar su inmovilización.
En pocas semanas llegaron a defraudar una cantidad próxima a los 13.000 euros. Una vez detectado el fraude por la entidad bancaria se cancelaron un buen número de operaciones por las que los supuestos autores podrían haber estafado otros 6.000 euros.
Tras iniciar la oportuna investigación, la Guardia Civil pudo identificar plenamente a los dos sospechosos, confirmando que habían falseado su condición de empresarios del ramo textil para conseguir los TPV y consumar así la estafa. Tampoco devolvieron los TPV tras ser requeridos en reiteradas ocasiones por la entidad bancaria, apropiándose indebidamente de los terminales, valorados en unos 1.200 euros.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
