"Me siento profundamente orgulloso de ser judío, el más digno embajador de Baena. Que nadie en ningún tiempo futuro pueda hacer que desaparezca". Así concluyó ayer Manuel Cañete Pérez su pregón en la décimo quinta Exaltación al Judío de la Asociación Cultural 1ª Cuadrilla de Judíos de la Cola Negra, un emotivo acto en el que Francisco Navarro estuvo presente en todo momento.
Cañete, presentado por Julio Garrido, inició su parlamento con un completo repaso histórico del "personaje más popular y representativo de la Semana Santa de Baena". En este sentido apuntó varios momentos claves en la evolución del judío: 1545 como año de referencia de su origen; principios del siglo XVIII, cuando las procesiones ganan en espectacularidad con el Barroco y la música; o 1846, una época en la que cada cofradía tenía su propia turba de judíos.
El pregonero, que este año se estrena con el bastón de la 6ª de la Cola Blanca, quiso compartir en una segunda mitad más sentimental sus recuerdos y vivencias, su "pequeña historia personal con el judío". En este sentido aseguró que su reencuentro con el tambor tuvo lugar "en sentido inverso", ya que fue su hijo Antonio quien con su ilusión y entusiasmo lo sacó de judío hace un cuarto de siglo.
Manuel Cañete, que dedicó el pregón a sus padres por inculcarle el "amor por la Semana Santa", tuvo palabras de afecto a los cuarteles y casas de hermandad, "lugar de convivencia y encuentro" donde "se hacen amistades y se estrechan lazos que en ocasiones duran toda la vida". Tras acordarse de los anteriores cuadrilleros, también repasó el momento de la preparación de los arreos y el ajetreo de las intensas jornadas de tambor: "recogidas, desfiles y reparación de fuerzas en el cuartel; días que pasan demasiado rápido".
Para el pregonero, "en Baena, lo de ser judío y lo de tocar el tambor se lleva en la sangre". Amistad, orgullo, orden, amor a nuestras costumbres y tradiciones. Fue el mensaje que reiteró durante sus 45 minutos de pregón. "La Semana Santa está viva y sigue engrandeciéndose; tenemos que hacer un esfuerzo por transmitir el enorme orgullo de llevar este uniforme".
Antonio Horcas Bujalance, cofrade ejemplar
Antes del pregón, la Asociación Cultural 1ª Cuadrilla de Judíos de la Cola Negra, de manos de su vicepresidente, Luis Ordóñez, quiso reconocer la trayectoria semanasantera de Antonio Horcas Bujalance y lo distinguió como cofrade ejemplar. Silvia Cañero destacó de su abuelo "el amor que siente por su tierra" y que "todo lo ha vivido con pasión y a lo grande".
El propio Horcas, visiblemente emocionado, quiso compartir el reconocimiento con la directiva que le acompañó durante su doble mandato en la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Huerto y San Diego. Asimismo, Juan Mariano Fernández García, judío de la 5ª Cuadrilla de la Cola Negra y pregonero de la Semana Santa en el año 2012, fue galardonado por elaborar el cartel anunciador del evento.
Por último, el presidente de la Agrupación de Cofradías, Juan Carlos Roldán, animó a seguir celebrando este acto porque "siempre habrá algo que decir sobre la figura del judío". Por su parte, el alcalde, Jesús Rojano, calificó esta exaltación como "uno de los eventos más significativos y de referencia de la Cuaresma" por su valía para ensalzar las vivencias y recuerdos del judío, "cultura y tradición que nos une".
Cañete, presentado por Julio Garrido, inició su parlamento con un completo repaso histórico del "personaje más popular y representativo de la Semana Santa de Baena". En este sentido apuntó varios momentos claves en la evolución del judío: 1545 como año de referencia de su origen; principios del siglo XVIII, cuando las procesiones ganan en espectacularidad con el Barroco y la música; o 1846, una época en la que cada cofradía tenía su propia turba de judíos.
El pregonero, que este año se estrena con el bastón de la 6ª de la Cola Blanca, quiso compartir en una segunda mitad más sentimental sus recuerdos y vivencias, su "pequeña historia personal con el judío". En este sentido aseguró que su reencuentro con el tambor tuvo lugar "en sentido inverso", ya que fue su hijo Antonio quien con su ilusión y entusiasmo lo sacó de judío hace un cuarto de siglo.
Manuel Cañete, que dedicó el pregón a sus padres por inculcarle el "amor por la Semana Santa", tuvo palabras de afecto a los cuarteles y casas de hermandad, "lugar de convivencia y encuentro" donde "se hacen amistades y se estrechan lazos que en ocasiones duran toda la vida". Tras acordarse de los anteriores cuadrilleros, también repasó el momento de la preparación de los arreos y el ajetreo de las intensas jornadas de tambor: "recogidas, desfiles y reparación de fuerzas en el cuartel; días que pasan demasiado rápido".
Para el pregonero, "en Baena, lo de ser judío y lo de tocar el tambor se lleva en la sangre". Amistad, orgullo, orden, amor a nuestras costumbres y tradiciones. Fue el mensaje que reiteró durante sus 45 minutos de pregón. "La Semana Santa está viva y sigue engrandeciéndose; tenemos que hacer un esfuerzo por transmitir el enorme orgullo de llevar este uniforme".
Antonio Horcas Bujalance, cofrade ejemplar
Antes del pregón, la Asociación Cultural 1ª Cuadrilla de Judíos de la Cola Negra, de manos de su vicepresidente, Luis Ordóñez, quiso reconocer la trayectoria semanasantera de Antonio Horcas Bujalance y lo distinguió como cofrade ejemplar. Silvia Cañero destacó de su abuelo "el amor que siente por su tierra" y que "todo lo ha vivido con pasión y a lo grande".
El propio Horcas, visiblemente emocionado, quiso compartir el reconocimiento con la directiva que le acompañó durante su doble mandato en la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Huerto y San Diego. Asimismo, Juan Mariano Fernández García, judío de la 5ª Cuadrilla de la Cola Negra y pregonero de la Semana Santa en el año 2012, fue galardonado por elaborar el cartel anunciador del evento.
Por último, el presidente de la Agrupación de Cofradías, Juan Carlos Roldán, animó a seguir celebrando este acto porque "siempre habrá algo que decir sobre la figura del judío". Por su parte, el alcalde, Jesús Rojano, calificó esta exaltación como "uno de los eventos más significativos y de referencia de la Cuaresma" por su valía para ensalzar las vivencias y recuerdos del judío, "cultura y tradición que nos une".
JESÚS ORDÓÑEZ / REDACCIÓN
