M.P.C. es una vecina de Baena que quiere hacer pública su "desesperación e incomprensión" tras someterse a una operación de cirugía refractiva para corregir su miopía y astigmatismo. Aunque no conoce de primera mano que haya más casos de baenenses afectados, asegura que este problema "es una bomba de relojería" que le ha cambiado la vida.
Según la Asociación Española de Afectados por Intervenciones de Cirugía Refractiva, "existen diferentes técnicas dentro de esta práctica que no están justificadas medicamente, que no curan ninguna patología y que solo se aplican para eliminar el uso de gafas o lentes de contacto".
La baenense, de 31 años, explica que comenzó con las molestias este verano. "Al principio pensé que era alguna alergia producida por mi trabajo; estaba trabajando como socorrista. Pasé por siete oftalmólogos sin que me supiesen decir muy bien que me pasaba. Mientras tanto, mis ojos tenían queratitis, conjuntivitis papilar, blefaritis. De ahí empecé a no sólo tener sequedad, sino dolor constante. Tuve que darme de baja porque no podía trabajar, apenas abrir los ojos".
M.P.C se puso en contacto con la plataforma y un oftalmólogo privado le recetó colirios. A pesar de ello sigue con molestias y dolores provocados por aberraciones en los nervios corneales. "Mi vida ha pasado de ser el de una persona normal, trabajando en cualquier cosa, divirtiéndose con sus amigos y familia, a la de una persona depresiva, con restricciones para todo, con dolor constante y sin comprensión".
El objetivo de la asociación a la que pertenece esta baenense persigue hacer visible el problema y dar a conocer algunas razones del porqué no recomiendan operarse la vista: sequedad del ojo, pérdida severa de calidad visual, el ojo jamás sana del todo o que la cirugía no elimina la necesidad de gafas, entre otras.
Según la Asociación Española de Afectados por Intervenciones de Cirugía Refractiva, "existen diferentes técnicas dentro de esta práctica que no están justificadas medicamente, que no curan ninguna patología y que solo se aplican para eliminar el uso de gafas o lentes de contacto".
La baenense, de 31 años, explica que comenzó con las molestias este verano. "Al principio pensé que era alguna alergia producida por mi trabajo; estaba trabajando como socorrista. Pasé por siete oftalmólogos sin que me supiesen decir muy bien que me pasaba. Mientras tanto, mis ojos tenían queratitis, conjuntivitis papilar, blefaritis. De ahí empecé a no sólo tener sequedad, sino dolor constante. Tuve que darme de baja porque no podía trabajar, apenas abrir los ojos".
M.P.C se puso en contacto con la plataforma y un oftalmólogo privado le recetó colirios. A pesar de ello sigue con molestias y dolores provocados por aberraciones en los nervios corneales. "Mi vida ha pasado de ser el de una persona normal, trabajando en cualquier cosa, divirtiéndose con sus amigos y familia, a la de una persona depresiva, con restricciones para todo, con dolor constante y sin comprensión".
El objetivo de la asociación a la que pertenece esta baenense persigue hacer visible el problema y dar a conocer algunas razones del porqué no recomiendan operarse la vista: sequedad del ojo, pérdida severa de calidad visual, el ojo jamás sana del todo o que la cirugía no elimina la necesidad de gafas, entre otras.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
