La Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias vivió la noche del sábado un hecho histórico que quedará marcado para siempre en la memoria de los baenenses que abarrotaron el templo de San Bartolomé. Tras un acto de desagravio, una eucaristía de acción de gracias y un besamanos acompañado de los sones de las trompetas de la Centuria Romana se daba la bienvenida a la que fuese su imagen titular desde la década de los 20 y que desapareció en el año 1936 durante la guerra civil.
Después de 80 años, para poner el broche al 75 aniversario de la llegada de la imagen a la localidad se recupera la primitiva imagen que se veneraba en el templo bartolico y que fue destruida un 22 de julio de 1936 durante la contienda civil española, pudiendo recuperarse solo el busto de la cara, aunque se encontraba en bastante mal estado según informó a Baena Digital el actual hermano mayor de la hermandad, Jesús Alba Serrano.
Parece ser que durante varias décadas este busto estuvo custodiado en la parroquia de San Bartolomé, hasta que uno de los antiguos clérigos que moraron el templo decidió entregárselo en los años 60 a un baenense, conservándola hasta la actualidad su hijo, quien fuera antiguo hermano mayor de la Cofradía Nazarena a finales de los años 90, Juan José Rabadán, comprometiéndose en su restauración en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba, de la que es alumno.
La imagen se presenta sentada. No se ha realizado un Cristo yacente que sustituya al desaparecido, pero incorpora una corona de espinas y tres clavos en las manos. Data del siglo XVII y se atribuye a los talleres de Pedro de Mena.
Tuvo diferentes ubicaciones, pues en sus orígenes estuvo en la primitiva iglesia de San Pedro, hoy centro social, trasladándose después hasta el templo de San Bartolomé, haciéndose cargo de ella en la década de los años 20 la Centuria Romana que lleva su nombre, que la procesionaba cada noche de Viernes Santo en el Santo Entierro, para el que realizaba un traslado desde San Bartolomé hasta la iglesia de Guadalupe.
Al desaparecer la imagen durante la guerra civil la hermandad decidió adquirir una nueva obra del escultor granadino Navas Parejo, de características muy similares a la primitiva y que data de 1940, siendo esta la que procesiona en la actualidad cada Viernes Santo.
El pasado sábado, bajo un abarrotado templo de San Bartolomé en el que estuvo representado el mundo cofradiero con los miembros de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa, además de representantes del Cabildo de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, Santo Cristo del Calvario y Soledad de María Santísima, a la que pertenece la hermandad, tuvo lugar un acto previo de desagravio en el que participaron el párroco de San Bartolomé, Manuel Cuenca y los hermanos Huertas Palma, antiguos sacerdotes de la iglesia de Guadalupe. Tras el desagravio se ofició una eucaristía de acción de gracias y un besamanos.
Han pasado varias décadas de aquel trágico suceso pero la historia vuelve a marcar un antes y un después. La hermandad ha recuperado una joya, una obra de arte del patrimonio cultural baenense, la primitiva imagen de Nuestra Señora de las Angustias en su templo de San Bartolomé, lugar del que nunca debió haber desaparecido.


Después de 80 años, para poner el broche al 75 aniversario de la llegada de la imagen a la localidad se recupera la primitiva imagen que se veneraba en el templo bartolico y que fue destruida un 22 de julio de 1936 durante la contienda civil española, pudiendo recuperarse solo el busto de la cara, aunque se encontraba en bastante mal estado según informó a Baena Digital el actual hermano mayor de la hermandad, Jesús Alba Serrano.
Parece ser que durante varias décadas este busto estuvo custodiado en la parroquia de San Bartolomé, hasta que uno de los antiguos clérigos que moraron el templo decidió entregárselo en los años 60 a un baenense, conservándola hasta la actualidad su hijo, quien fuera antiguo hermano mayor de la Cofradía Nazarena a finales de los años 90, Juan José Rabadán, comprometiéndose en su restauración en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba, de la que es alumno.
La imagen se presenta sentada. No se ha realizado un Cristo yacente que sustituya al desaparecido, pero incorpora una corona de espinas y tres clavos en las manos. Data del siglo XVII y se atribuye a los talleres de Pedro de Mena.
Tuvo diferentes ubicaciones, pues en sus orígenes estuvo en la primitiva iglesia de San Pedro, hoy centro social, trasladándose después hasta el templo de San Bartolomé, haciéndose cargo de ella en la década de los años 20 la Centuria Romana que lleva su nombre, que la procesionaba cada noche de Viernes Santo en el Santo Entierro, para el que realizaba un traslado desde San Bartolomé hasta la iglesia de Guadalupe.
Al desaparecer la imagen durante la guerra civil la hermandad decidió adquirir una nueva obra del escultor granadino Navas Parejo, de características muy similares a la primitiva y que data de 1940, siendo esta la que procesiona en la actualidad cada Viernes Santo.

El pasado sábado, bajo un abarrotado templo de San Bartolomé en el que estuvo representado el mundo cofradiero con los miembros de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa, además de representantes del Cabildo de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, Santo Cristo del Calvario y Soledad de María Santísima, a la que pertenece la hermandad, tuvo lugar un acto previo de desagravio en el que participaron el párroco de San Bartolomé, Manuel Cuenca y los hermanos Huertas Palma, antiguos sacerdotes de la iglesia de Guadalupe. Tras el desagravio se ofició una eucaristía de acción de gracias y un besamanos.
Han pasado varias décadas de aquel trágico suceso pero la historia vuelve a marcar un antes y un después. La hermandad ha recuperado una joya, una obra de arte del patrimonio cultural baenense, la primitiva imagen de Nuestra Señora de las Angustias en su templo de San Bartolomé, lugar del que nunca debió haber desaparecido.


REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL