La socióloga Carmen Ruiz Repullo, experta en prevenir la violencia de género entre los adolescentes, avisó ayer en una conferencia impartida en la biblioteca que "el maltrato que sufren la mayoría de jóvenes no es físico, sino psicológico". Tras dirigir varios talleres formativos en el Instituto, la Safa y el Espíritu Santo, la socióloga advirtió a unas 50 madres y padres que "las relaciones entre adolescentes son bastante insanas".
Bajo el título La violencia de género en la adolescencia: una realidad invisibilizada, Repullo explicó que durante esta etapa de la vida se confunde amor con violencia de género porque "sólo se ve lo que se mira, y sólo se mira lo que se tiene en la mente".
A su juicio una de las razones es la presencia del "patriarcado" en programas como Gran Hermano, Mujeres Hombres y Viceversa o La Que Se Avecina, que no cuestionan las consecuencias de la violencia de género y educan a la masculinidad en conductas de riesgo.
La experta en prevenir conductas de dominación entre los jóvenes también expuso la "cosificación" de las mujeres desde la infancia: "ser mujer gana prestigio en la medida en que la feminidad tiene roles considerados tradicionalmente masculinos".
Para evitar el control al que se ven sometidas muchas adolescentes –a través del teléfono o las redes sociales– Repullo abogó por educar en igualdad con otros modelos de feminidad y masculinidad para construir nuevos esquemas de relaciones amoroso-sexuales.
Bajo el título La violencia de género en la adolescencia: una realidad invisibilizada, Repullo explicó que durante esta etapa de la vida se confunde amor con violencia de género porque "sólo se ve lo que se mira, y sólo se mira lo que se tiene en la mente".
A su juicio una de las razones es la presencia del "patriarcado" en programas como Gran Hermano, Mujeres Hombres y Viceversa o La Que Se Avecina, que no cuestionan las consecuencias de la violencia de género y educan a la masculinidad en conductas de riesgo.
La experta en prevenir conductas de dominación entre los jóvenes también expuso la "cosificación" de las mujeres desde la infancia: "ser mujer gana prestigio en la medida en que la feminidad tiene roles considerados tradicionalmente masculinos".
Para evitar el control al que se ven sometidas muchas adolescentes –a través del teléfono o las redes sociales– Repullo abogó por educar en igualdad con otros modelos de feminidad y masculinidad para construir nuevos esquemas de relaciones amoroso-sexuales.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL