En la tarde noche del sábado tenía lugar la presentación en el templo de Guadalupe de Nuestra Señora Blanca de la Alegría, una ceremonia presidida con una eucaristía de acción de gracias de manos del consiliario de la cofradía, Jesús Joaquín Corredor. La imagen ha sido sometida a una restauración durante los últimos meses en la ciudad jiennense de Úbeda.
En la eucaristía se dieron cita directivos del mundo cofradiero, principalmente miembros del Cabildo del Dulce Nombre de Jesús, Santo Cristo del Calvario y Soledad de María Santísima, a quien pertenece la imagen, acompañados del hermano mayor de la hermandad matriz de la Virgen Blanca, Cristóbal Moreno y los concejales Manuela López y Carlos Valentín Bernal.
La imagen que ha sido restaurada por el cordobés Antonio Rubio estrenaba vestido, saya y manto con tonos azules, muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. La virgen presentaba una imagen renovada, con una indumentaria que ha sido realizada por su camarera.
La restauración ha consistido en una limpieza exhaustiva de la policromía, dejando así ver la policromía original que se escondía tras varias capas de pintura. También se han sustituido las articulaciones en los brazos y se han reparado algunas deficiencias que presentaba en el cuello. A partir de ahora la imagen volverá a ser expuesta al culto en la sacristía de la parroquia dominica a la espera de la celebración de su próxima romería.

En la eucaristía se dieron cita directivos del mundo cofradiero, principalmente miembros del Cabildo del Dulce Nombre de Jesús, Santo Cristo del Calvario y Soledad de María Santísima, a quien pertenece la imagen, acompañados del hermano mayor de la hermandad matriz de la Virgen Blanca, Cristóbal Moreno y los concejales Manuela López y Carlos Valentín Bernal.
La imagen que ha sido restaurada por el cordobés Antonio Rubio estrenaba vestido, saya y manto con tonos azules, muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. La virgen presentaba una imagen renovada, con una indumentaria que ha sido realizada por su camarera.
La restauración ha consistido en una limpieza exhaustiva de la policromía, dejando así ver la policromía original que se escondía tras varias capas de pintura. También se han sustituido las articulaciones en los brazos y se han reparado algunas deficiencias que presentaba en el cuello. A partir de ahora la imagen volverá a ser expuesta al culto en la sacristía de la parroquia dominica a la espera de la celebración de su próxima romería.

REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL