Andalucía suma actualmente más de 30.000 hectáreas dedicadas a viñedo para vinificación que producen alrededor de 187.000 toneladas de uvas destinadas a elaborar vino. En total, en la región se obtiene más de un millón de hectolitros de vino al año del que más del 75% está amparado por una mención de calidad, es decir, está protegido por una Denominación de Origen (DO) o una Indicación Geográfica Protegida (IGP) reconocida a nivel comunitario.
Las provincias que más vino producen son Cádiz (38%), Córdoba (37%) y Huelva (18%). En total, estos tres territorios suman el 93 por ciento de la cantidad global de esta bebida que se elabora en Andalucía.
La Comunidad Autónoma andaluza cuenta hoy en día con un total de 25 denominaciones de calidad diferenciada que amparan vinos: siete DO, dos Vinos de Calidad con Indicación Geográfica y 16 Vinos de la Tierra.
Estas figuras avalan la excelencia de los vinos que protegen, que se encuentran sometidos a un sistema de control y certificación específico para asegurar sus cualidades y mantener su diversidad.
Además, estas menciones contribuyen a facilitar la identificación de los productos por parte de los consumidores al facilitar su diferenciación en el mercado a través de las indicaciones y símbolos incluidos en el etiquetado.
Para que un producto cuente con la protección de una Denominaciones de Origen vínicas, al igual que ocurre con las alimentarias, es preciso que todo el proceso de elaboración se realice en la zona delimitada por el Pliego de Condiciones de la mención de calidad.
Es decir, desde la producción de la materia prima hasta su transformación, todas las actividades necesarias para elaborar el alimento o a bebida deben llevarse a cabo en la zona previamente establecida.
Apoyo del Gobierno regional
Desde 2012, la Junta de Andalucía ha invertido 10,6 millones de euros en actuaciones destinadas a difundir las características y cualidades de los vinos de la región así como a favorecer la apertura y consolidación de los mercados donde se comercializan estas bebidas.
Entre otras acciones, la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural apoya Planes de Promoción e Información de los Consejos Reguladores de las denominaciones de calidad andaluzas en el mercado nacional y comunitario a los que se suman programas de acciones promocionales dirigidas a empresas y cooperativas que buscan potenciar sus ventas en terceros países.
Además, el Gobierno autonómico apoya a los productores del sector vínico de Andalucía a través de la puesta en marcha campañas institucionales de la marca Calidad Certificada y respaldando su asistencia a ferias nacionales e internacionales bajo el paraguas de la Junta de Andalucía.
En el caso de las muestras que se celebra en otros países, los bodegueros de la Comunidad Autónoma cuentan con el apoyo de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda), entidad dependiente de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo.
Pioneras en España
Las primeras cinco Denominaciones de Origen de Andalucía –Condado de Huelva, Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, Málaga y Montilla-Moriles– fueron reconocidas en virtud del Estatuto del Vino de 1932 y se encuentran entre las pioneras de España y Europa, contando por tanto con una larga tradición.
Actualmente se elaboran vinos amparados por seis DO (las ya citadas y Sierras de Málaga) a las que se suma desde 2011 un vino aromatizado reconocido como esta misma figura: el Vino Naranja del Condado de Huelva, una bebida obtenida a partir de vino de la Denominación de Origen Condado de Huelva.
Por tanto, son cuatro las provincias andaluzas que cuentan con Denominaciones de Origen vínicas: Huelva (Condado de Huelva y Vino Naranja del Condado de Huelva), Cádiz (Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda), Málaga (Málaga y Sierras de Málaga), y Córdoba (Montilla-Moriles).
Asimismo, en la región se producen también Vinos de Calidad con Indicación Geográfica en la provincia de Granada (Vino de calidad de ‘Granada’) y de Sevilla (Vino de calidad de ‘Lebrija’).
Esta figura se corresponde con la terminología nacional de nuestro sistema de protección del origen y de la calidad de los vinos, ya que la normativa europea permite que los Estados miembros establezcan normas más estrictas para preservar sus características especiales de calidad. Por su parte, la Unión Europea engloba estos vinos, al igual que aquellos amparados por una DO, en la categoría de vinos con Denominación de Origen Protegida (DOP).
En el caso de los Vinos de la Tierra (término utilizado en España), desde el año 2009 equivalen a los protegidos por una Indicación Geográfica Protegida (IGP) según la terminología de la Unión Europea.
Las 16 menciones de este tipo con las que cuenta Andalucía actualmente se distribuyen entre seis provincias. Encabeza la lista Almería con cinco Vinos de la Tierra (Desierto de Almería, Laujar-Alpujarra, Norte de Almería, Ribera del Andarax y Sierra de Las Estancias y Los Filabres); seguida de Granada (Altiplano de Sierra Nevada, Cumbres del Guadalfeo y Laderas del Genil) y Jaén (Bailén, Sierra Sur de Jaén y Torreperogil), ambas con tres menciones de calidad de este tipo.
Con dos Vinos de la Tierra se encuentran Córdoba (Córdoba y Villaviciosa de Córdoba) y Sevilla (Los Palacios y Sierra Norte de Sevilla), y, por último, la provincia de Cádiz, donde se elabora un Vino de la Tierra con este mismo nombre, Cádiz.
Las provincias que más vino producen son Cádiz (38%), Córdoba (37%) y Huelva (18%). En total, estos tres territorios suman el 93 por ciento de la cantidad global de esta bebida que se elabora en Andalucía.
La Comunidad Autónoma andaluza cuenta hoy en día con un total de 25 denominaciones de calidad diferenciada que amparan vinos: siete DO, dos Vinos de Calidad con Indicación Geográfica y 16 Vinos de la Tierra.
Estas figuras avalan la excelencia de los vinos que protegen, que se encuentran sometidos a un sistema de control y certificación específico para asegurar sus cualidades y mantener su diversidad.
Además, estas menciones contribuyen a facilitar la identificación de los productos por parte de los consumidores al facilitar su diferenciación en el mercado a través de las indicaciones y símbolos incluidos en el etiquetado.
Para que un producto cuente con la protección de una Denominaciones de Origen vínicas, al igual que ocurre con las alimentarias, es preciso que todo el proceso de elaboración se realice en la zona delimitada por el Pliego de Condiciones de la mención de calidad.
Es decir, desde la producción de la materia prima hasta su transformación, todas las actividades necesarias para elaborar el alimento o a bebida deben llevarse a cabo en la zona previamente establecida.
Apoyo del Gobierno regional
Desde 2012, la Junta de Andalucía ha invertido 10,6 millones de euros en actuaciones destinadas a difundir las características y cualidades de los vinos de la región así como a favorecer la apertura y consolidación de los mercados donde se comercializan estas bebidas.
Entre otras acciones, la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural apoya Planes de Promoción e Información de los Consejos Reguladores de las denominaciones de calidad andaluzas en el mercado nacional y comunitario a los que se suman programas de acciones promocionales dirigidas a empresas y cooperativas que buscan potenciar sus ventas en terceros países.
Además, el Gobierno autonómico apoya a los productores del sector vínico de Andalucía a través de la puesta en marcha campañas institucionales de la marca Calidad Certificada y respaldando su asistencia a ferias nacionales e internacionales bajo el paraguas de la Junta de Andalucía.
En el caso de las muestras que se celebra en otros países, los bodegueros de la Comunidad Autónoma cuentan con el apoyo de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda), entidad dependiente de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo.
Pioneras en España
Las primeras cinco Denominaciones de Origen de Andalucía –Condado de Huelva, Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, Málaga y Montilla-Moriles– fueron reconocidas en virtud del Estatuto del Vino de 1932 y se encuentran entre las pioneras de España y Europa, contando por tanto con una larga tradición.
Actualmente se elaboran vinos amparados por seis DO (las ya citadas y Sierras de Málaga) a las que se suma desde 2011 un vino aromatizado reconocido como esta misma figura: el Vino Naranja del Condado de Huelva, una bebida obtenida a partir de vino de la Denominación de Origen Condado de Huelva.
Por tanto, son cuatro las provincias andaluzas que cuentan con Denominaciones de Origen vínicas: Huelva (Condado de Huelva y Vino Naranja del Condado de Huelva), Cádiz (Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda), Málaga (Málaga y Sierras de Málaga), y Córdoba (Montilla-Moriles).
Asimismo, en la región se producen también Vinos de Calidad con Indicación Geográfica en la provincia de Granada (Vino de calidad de ‘Granada’) y de Sevilla (Vino de calidad de ‘Lebrija’).
Esta figura se corresponde con la terminología nacional de nuestro sistema de protección del origen y de la calidad de los vinos, ya que la normativa europea permite que los Estados miembros establezcan normas más estrictas para preservar sus características especiales de calidad. Por su parte, la Unión Europea engloba estos vinos, al igual que aquellos amparados por una DO, en la categoría de vinos con Denominación de Origen Protegida (DOP).
En el caso de los Vinos de la Tierra (término utilizado en España), desde el año 2009 equivalen a los protegidos por una Indicación Geográfica Protegida (IGP) según la terminología de la Unión Europea.
Las 16 menciones de este tipo con las que cuenta Andalucía actualmente se distribuyen entre seis provincias. Encabeza la lista Almería con cinco Vinos de la Tierra (Desierto de Almería, Laujar-Alpujarra, Norte de Almería, Ribera del Andarax y Sierra de Las Estancias y Los Filabres); seguida de Granada (Altiplano de Sierra Nevada, Cumbres del Guadalfeo y Laderas del Genil) y Jaén (Bailén, Sierra Sur de Jaén y Torreperogil), ambas con tres menciones de calidad de este tipo.
Con dos Vinos de la Tierra se encuentran Córdoba (Córdoba y Villaviciosa de Córdoba) y Sevilla (Los Palacios y Sierra Norte de Sevilla), y, por último, la provincia de Cádiz, donde se elabora un Vino de la Tierra con este mismo nombre, Cádiz.
REDACCIÓN / BAENA DIGITAL