La Real Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario y Santísimo Cristo Resucitado rendirá culto a su imagen titular a lo largo del fin de semana en su sede canónica, la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, donde estará expuesta al culto en devoto besamanos.
La imagen de Nuestra Señora del Rosario permanecerá expuesta al culto durante todo el fin de semana con motivo de su onomástica, que se celebró el pasado martes. La hermandad cumplirá fiel a la cita la celebración de su titular como viene haciéndolo en los últimos años, recuperando así una tradición que se encontraba perdida.
Los actos comenzarán en la tarde del sábado y finalizarán con una eucaristía solemne en la tarde del domingo, estando ésta presidida por Juan Huertas Palma, consiliario de la cofradía. Media hora antes de que se celebren las eucaristías se realizará el rezo del santo rosario y al término de las mismas se podrá besar el rosario de oro que la reina Isabel II regaló a la imagen y que lució en sus esponsales. La imagen también lucirá la corona real que la reina regaló a la imagen en 1958 y que recientemente fue restaurada en la capital cordobesa.
Por otro lado, la Real Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario está llevando a cabo la restauración del retablo de su titular en la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, una obra que se construyó entre 1591 y 1595, siendo en el año 1999 cuando la mencionada cofradía decide poner en valor y recuperar así parte del patrimonio histórico baenense. Se inicia así un proyecto de iluminación de la capilla tras un largo parón en el tiempo por falta de recursos, el cual se verá culminado a comienzos del próximo año.
Este ambicioso proyecto se retoma el 16 de junio del pasado año y contempla la limpieza del retablo, cuyos cuadros necesitaban una urgente intervención debido a su innegable pésimo estado de conservación. Para mayor luminosidad y embellecimiento de la Capilla de la Virgen se colocaron también en la pasada cuaresma unas vidrieras de colores, junto a otros elementos que embellecieron la capilla, dándole así mayor luminosidad.
Sería en 1704 cuando se finalizaron los trabajos de la talla del retablo que actualmente podemos contemplar en el templo dominico y que son el objetivo de la restauración. El conjunto lo componen tres cuadros: un Calvario y dos pinturas que representan dos santos dominicos, San Pedro Mártir y San Vicente de Ferrer, cuya datación está en estudio, pero pudieron haber sido encargados para ser colocados en el mismo, ya que están fechados en la misma época.
A mitad del mes de septiembre comenzó la limpieza del retablo, cuyos trabajos se prolongarán hasta diciembre, estando encargados de la misma los restauradores María del Carmen de Haro Rivas y Julián Muñoz, afincados en la capital granadina.
Este ambicioso proyecto se está llevando a cabo gracias a la parroquia de Guadalupe, los restauradores y la Real Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario, que a su vez soporta también el peso económico del mismo, que asciende a unos 30.000 euros.
La imagen de Nuestra Señora del Rosario permanecerá expuesta al culto durante todo el fin de semana con motivo de su onomástica, que se celebró el pasado martes. La hermandad cumplirá fiel a la cita la celebración de su titular como viene haciéndolo en los últimos años, recuperando así una tradición que se encontraba perdida.
Los actos comenzarán en la tarde del sábado y finalizarán con una eucaristía solemne en la tarde del domingo, estando ésta presidida por Juan Huertas Palma, consiliario de la cofradía. Media hora antes de que se celebren las eucaristías se realizará el rezo del santo rosario y al término de las mismas se podrá besar el rosario de oro que la reina Isabel II regaló a la imagen y que lució en sus esponsales. La imagen también lucirá la corona real que la reina regaló a la imagen en 1958 y que recientemente fue restaurada en la capital cordobesa.
Por otro lado, la Real Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario está llevando a cabo la restauración del retablo de su titular en la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, una obra que se construyó entre 1591 y 1595, siendo en el año 1999 cuando la mencionada cofradía decide poner en valor y recuperar así parte del patrimonio histórico baenense. Se inicia así un proyecto de iluminación de la capilla tras un largo parón en el tiempo por falta de recursos, el cual se verá culminado a comienzos del próximo año.
Este ambicioso proyecto se retoma el 16 de junio del pasado año y contempla la limpieza del retablo, cuyos cuadros necesitaban una urgente intervención debido a su innegable pésimo estado de conservación. Para mayor luminosidad y embellecimiento de la Capilla de la Virgen se colocaron también en la pasada cuaresma unas vidrieras de colores, junto a otros elementos que embellecieron la capilla, dándole así mayor luminosidad.
Sería en 1704 cuando se finalizaron los trabajos de la talla del retablo que actualmente podemos contemplar en el templo dominico y que son el objetivo de la restauración. El conjunto lo componen tres cuadros: un Calvario y dos pinturas que representan dos santos dominicos, San Pedro Mártir y San Vicente de Ferrer, cuya datación está en estudio, pero pudieron haber sido encargados para ser colocados en el mismo, ya que están fechados en la misma época.
A mitad del mes de septiembre comenzó la limpieza del retablo, cuyos trabajos se prolongarán hasta diciembre, estando encargados de la misma los restauradores María del Carmen de Haro Rivas y Julián Muñoz, afincados en la capital granadina.
Este ambicioso proyecto se está llevando a cabo gracias a la parroquia de Guadalupe, los restauradores y la Real Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario, que a su vez soporta también el peso económico del mismo, que asciende a unos 30.000 euros.
CARLOS BERNAL / BAENA DIGITAL