Sobre un presupuesto superior a 220.000 euros, el Ayuntamiento ha adjudicado por 181.454,30 euros a la empresa local Cordobesa de Pilotes las obras de refuerzo del muro que salva el desnivel de las calles Pavones y Alcalde Manuel Valdés. La intervención, que también pondrá solución a los problemas de una casa anexa a la que se han extendido las grietas, viene a completar las obras de reurbanización en Alcalde Manuel Valdés.
Antes de la adjudicación, el Consistorio encargó la redacción de un informe de investigación geotécnica para estudiar la estabilidad del muro y conocer las medidas correctoras adecuadas. Y es que según el informe técnico, el muro de mampostería sufre un grave deterioro que conlleva la pérdida de su función: contener los elementos que configuran la calle Pavones.
La zona, unos 60 metros lineales que salvan la diferencia de cota entre ambas calles, está afectada por grietas horizontales y verticales, de ahí la necesidad de esta actuación, que tiene como objetivo evitar el riesgo de daño extremo e incluso de posible colapso.
En este sentido, el alcalde, Jesús Rojano, destaca la importancia de esta intervención, ya que "servirá de forma definitiva para afianzar la zona de la muralla" y "garantizará la seguridad y el tránsito de vehículos".
Precisamente este es uno de los principales problemas, pues el origen de las patologías proviene del tráfico rodado, que ha incrementado los empujes sobre el muro hasta superar su capacidad de contención. A este inconveniente se unen la ausencia de un drenaje adecuado y la circulación de aguas estacionales a través de los rellenos, que también han contribuido a generar un sobrepeso en el muro.
Antes de la adjudicación, el Consistorio encargó la redacción de un informe de investigación geotécnica para estudiar la estabilidad del muro y conocer las medidas correctoras adecuadas. Y es que según el informe técnico, el muro de mampostería sufre un grave deterioro que conlleva la pérdida de su función: contener los elementos que configuran la calle Pavones.
La zona, unos 60 metros lineales que salvan la diferencia de cota entre ambas calles, está afectada por grietas horizontales y verticales, de ahí la necesidad de esta actuación, que tiene como objetivo evitar el riesgo de daño extremo e incluso de posible colapso.
En este sentido, el alcalde, Jesús Rojano, destaca la importancia de esta intervención, ya que "servirá de forma definitiva para afianzar la zona de la muralla" y "garantizará la seguridad y el tránsito de vehículos".
Precisamente este es uno de los principales problemas, pues el origen de las patologías proviene del tráfico rodado, que ha incrementado los empujes sobre el muro hasta superar su capacidad de contención. A este inconveniente se unen la ausencia de un drenaje adecuado y la circulación de aguas estacionales a través de los rellenos, que también han contribuido a generar un sobrepeso en el muro.
REDACCIÓN / BAENA DIGITAL